Amor verdadero. (Taylor Lautner)

Capítulo 11: Día con Taylor.

A la mañana siguiente cuando desperté a las 09:30 am ya estaba sola, ellos ya estaban de camino a la playa. Me preparé.

Eran las 10:00 am, yo me encontraba en la puerta esperando tal y como él me había dicho.

-¡Por fin! Llegas tarde Taylor Daniel. Que seas un actor famoso no te da derecho-dije sacándole la lengua en cuanto le vi llegar.

Puso los ojos en blanco y yo reí.

-Lo siento, estaba grabando.

-No te preocupes tontito, ¿Vamos?

-Vamos.

Tras unos minutos me di cuenta de que no sabía a donde nos dirigíamos.

Siguiendo el hilo de mis pensamientos pregunté:

-¿Dónde me llevas Taylor?

-A mi casa.

-Vaya-reí.

-¿Hay algún problema?

-No, simplemente no me lo esperaba-esta vez fue Taylor quien rió.

Tras más o menos media hora de coche por fin a nuestro destino.

-¿¡Tú vives aquí!?

-Claro que sí, soy famoso ¿recuerdas?-ambos reímos.

-Tienes razón.

-Vamos-salió del coche y fue a abrirme la puerta.

-Todo un caballero-de nuevo reímos.

Bajé del coche y junto a él entré en su casa.

Al entrar me enseñó cada habitación de la estancia, se podría decir que era un laberinto.

-Creo que me lo tendrás que enseñar más de una vez-comenté.

-Las veces que haga falta-sonrió.

Al concluir esta breve conversación fuimos al comedor donde Taylor miró una cosa en su portátil.

-¿Quieres nadar?-propuso de repente.

-No tengo bañador, Taylor.

-Algo me dijo que esto pasaría-se metió en otra habitación.

-¿Dónde has ido?-le pregunté en cuanto volvió.

-A buscar esto-contestó-es tu talla, ¿no?-añadió extendiendo ante mí un biquini.

-¿De quién es?-pregunté no sé si curiosa o molesta.

-Tuyo-sonrió-te lo compré esta mañana antes de venir, por eso llegué tarde.

-¡Muchas gracias! Taylor, eres un cielo-le besé la mejilla y él se sonrojó.

Al ver su reacción me reí.

-No te rías y ve a ponerte el biquini en aquella habitación-dijo avergonzado señalándome una puerta.

Seguí sus indicaciones y una vez lista me reencontré con Taylor en el comedor con el bañador puesto y la toalla en la mano.

-Estás… preciosa-comentó con la boca abierta.

-Gracias-esta vez fui yo quien se sonrojó y Taylor quien reía-a ti también te sienta bien el bañador-le miré de arriba abajo.

-Gracias-sonrió-¿Vamos a nadar?

-Claro, vamos.

Salimos al jardín y nos metimos en la piscina. Nadamos, hablamos, reímos… Nos lo pasamos de maravilla. Pasada una hora o dos, el cansancio no invadió y decidimos entrar.

-¿Te apetece ver una película?-me gritó desde la otra habitación, pues nos estábamos cambiando cada uno en diferente estancia.

-Claro-contesté con otro grito.

-Voy a hacer palomitas, cuando salgas ve a la habitación de al lado y encontrarás la sala de cine. Elige una película-volvió a gritar.

-Vale-contesté.

Una vez lista salí del cuarto fui directa a la habitación de al lado donde, tal y como Taylor había dicho, había una sala de cine. Miré las películas que había y decidí mi favorita.

-¿Cuál has escogido?

-Breaking Dawn part 2, me encanta esta película.

-Seguro que porque salgo yo-sonrió.

-Dejémoslo en que es uno de los motivos.

Pusimos la película y la miramos atentamente mientras nos comíamos las palomitas.

Al ser mi película favorita, me sabía muchas partes del guión y fui diciéndolas cuando salían. Cada vez que fallaba Taylor reía.

-¡Le has puesto a mi hija de apodo el nombre del monstruo del lago Ness!-imité.

-Vaya, sí que te la sabes-opinó Taylor.

-Por supuesto, no lo dudes.

Seguí imitando algunas partes hasta que me cansé y me dediqué únicamente a ver la película.

Cuando ya iba por el final Taylor y yo nos pusimos a hablar, pues aunque mirábamos la película todavía nos quedaban dudas tras un año sin hablar.

Cuando la película acabó ya eran las 19:00 pm, miré el móvil y tenía un mensaje de hacía dos minutos.

“Noje, vamos a comprar comida pa llevar en el restaurante chino, kieres algo?”

“Traedme el arroz tres delicias, plis.”

“Okey, llegaremos a casa en media hora”

“Oki”

Una vez acabada la conversación le pedí a Taylor que me llevara a “casa”.

Claramente el aceptó y seguimos hablando durante todo el camino.

-Ya hemos llegado.

-Sí, muchas gracias por este día. Me lo he pasado muy bien.

-No ha sido nada-sonrió.