Taylor miraba el reloj todo el tiempo. Los amigos famosos llegarían al día siguiente y mis mejores amigos ya habían pasado por aquí.
Estuve toda la noche despierta por culpa de las contracciones, eran las 10:05 am cuando llamamos al doctor.
-¿Qué ocurre?-preguntó el doctor al entrar.
-¡Contracciones cada 5 minutos, doctor!-exclamó nerviosísimo Taylor.
-¡Taylor relájate o en cuanto nuestra hija llegue al mundo me encargaré de que tú salgas de él!
-Te veo nerviosa.
-¡Usted cree!-grité-perdone, mi prometido me ha puesto de los nervios-dije al darme cuenta de lo que había hecho.
-No es nada, en padres primerizos esto es muy normal-sonrió el doctor.
Grité, de nuevo otra contracción.
-Vamos a ver-se asomó para ver si ya había dilatado los 10 centímetros estimados.
-¿Y bien?-se impacientó Taylor.
-El parto está a punto de empezar, nos la llevamos.
Enseguida me encontré en la sala de parto, dónde me llegó la siguiente contracción.
-Vale Noemí, ¡empuja!-dijo el doctor.
Tal y como lo había dicho empujé, dolía pero cuanto antes empezara antes acabaría.
-¡Vamos cariño, tú puedes!-seguí empujando-¡Un poco más!-siguió gritando y yo seguí a lo mío-¡Queda poco! ¡Te juro que si lo consigues podrás hacer de mí lo que quieras!
-¡Si sigues así lo único que querré hacer es matarte!-exclamé mientras seguía empujando.
-El último empujón-susurró el doctor.
Así lo hice.
-Mirad chicos-dijo el doctor enseñándonos a…
-¡Amanda!-exclamó a Taylor-Eres preciosa, te pareces un montón a tu madre.
-Mira Noemí-me la pasó.
-Hola pequeñina-le acaricié.
-Debemos llevarla para ver si está bien, arreglad a la madre y llevadla a la habitación para que descanse-ordenó el doctor.
Nada más llegar a la habitación me quedé dormida, estaba agotada.
A las dos horas desperté y vi a Taylor que observaba a nuestra hija la cual sostenía en brazos.
-¿Cuándo la trajeron?-pregunté medio dormida.
-Vaya, has despertado-sonrió-la trajeron hace media hora-contestó a mi pregunta.
Se acercó a mí y me la dio.
-Nuestra hija-la miré.
-Un regalo de la naturaleza.
-Vaya cariño, me has salido poeta-reí.
-De vez en cuando-sonrió-¿cómo te encuentras?
-Un poco mareada.
-Avisaré a la enfermera.
La enfermera llegó enseguida, Taylor cogió a Amanda en brazos y la enfermera miró mi estado.
-Que estés mareada es normal, ¿por qué no descansas un poco?
-Estoy bien, preferiría estar con mi bebé.
-Claro-Taylor me la volvió a dar-Un bebé recién nacido con salud está muy a gusto en los brazos de su madre. Volveré en un rato-dijo ya en la puerta.
Mi hija me miraba fijamente y después a su padre. De repente giró la cabeza hacia mi pecho.
-¿Quieres comer algo?
…
-Vaya, eres una glotona-rió Taylor al verla comer.
Una vez acabó se quedó dormida en mis brazos.
-Hola-saludaron mis padres.
-Sht-les dijimos Taylor y yo a la vez-la niña duerme-acabé yo mirando a mi pequeña.
-Es preciosa-comentó mi madre.
-Es la cosa más guapa que he visto nunca-secundó mi padre.
-Ya somos abuelos-sonrió mi madre.
-¿Quién me lo diría?-dijo mi padre.
Hablamos un rato más sobre bebés y otras cosas hasta que el cansancio ganó la batalla.
-Mamá, estoy un poco cansada, ¿por qué no hablamos en dos días, cuando vuelva a casa?
-Claro-contestó-vámonos papá.
-Adiós chicos.
-Adiós.
Por fin con tranquilidad conseguí dormirme, bueno casi, la niña empezó a llorar.
-¡A comer!-me hice la animada.
Tras la comida de mi pequeña por fin lo conseguí, me quedé dormida junto a mi niña.
…
Empecé a oír ruidos, susurros. No me quedó más remedio que abrir los ojos.
-¡Por fin despiertas! -exclamó Harry.
-Sht-le golpeó Patri.
-Hola chicos, ¿qué hacéis aquí?
-Bromeas, acabas de dar a luz-rió Irene.
-Y has tenido a una niña preciosa-la elogió Niall.
Hablamos con ellos durante un par de minutos, era agradable ahora que ya no estaba tan cansada. Finalmente la niña despertó, se los quedó mirando a todo atentamente.
-Tiene los ojos color caramelo-comentó Kristen.
-Son preciosos-añadió Ashley.
-ELLA es preciosa-dijo Taylor.
Reímos.
-¿Has visto Amanda cuantos amigos?
Mi hija me miró y yo le sonreí. Amanda volvió a mirar a la multitud y así estuvo la hora y media que estuvimos hablando.
-Creo que Amanda ya nos ha aguantado lo suficiente-dijo Elisabeth apenada al ver a mi pequeña llorar mientras yo intentaba tranquilizarla.
-Mejor vayámonos-secundó Nikki.
Así lo hicieron.
…
Tanto las visitas de los familiares como las de los amigos fueron agotadoras. Los padres de Taylor habían venido junto a Makena para ver a Amanda y ya que estaban en España conocer también a mis padres.
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Amor verdadero. (Taylor Lautner)
Fiksi PenggemarLa historia de una chica que llegaba tarde a una quedada y acaba cumpliendo el sueño de su vida.