Amor verdadero. (Taylor Lautner)

Capítulo 84: Material escolar.

A la mañana siguiente desperté sola en la cama. Eran las 10:00 am así que Taylor se había ido hacia dos horas. A mi lado me encontré una nota.

“Sé que te dije que te despertaría para despedirme, pero estabas tan mona dormida que no me he atrevido. En cuanto tenga un momento libre juro que te llamo. Te ama Taylor.”

Dejé la nota en mi comodín.

-Yo también te amo amor-susurré.

Bajé a la cocina y como cada mañana desayuné mi café con tostadas. Al acabar volví a subir y me puse el conjunto que me había comprado días atrás.

Salí de casa, estaba a punto de arrancar el coche cuando mi móvil sonó.

**LLAMADA TELEFÓNICA**

-¡Taylor!-exclamé.

-Hola amor.

-¿Qué tal la vuelta al trabajo?

-Lo más duro a sido separarme de ti, solo pensar que ya no nos veremos tan a menudo…

-Lo sé-le corté.

-Por lo demás todo está muy bien. Las primeras escenas son sencillitas.

-Me alegro muchísimo mi vida.

-Cielo, ¿qué vas a hacer hoy?

-Pues ahora voy a comprar lo del nuevo curso y esta tarde iré a la casa de tus padres a por Amanda.

-Me alegra saber que estarás ocupada.

-Estoy deseando verte, ha sido duro despertar sin ti-dije melancólica.

-Me lo imagino, aunque te he dejado una nota diciendo por qué lo he hecho.

-Sí, la he leído. Gracias.

-¡Taylor!-oí que decía una voz al fondo.

-Me están llamando-me comunicó-nos vemos esta noche.

-¿A qué hora vuelves?

-Sobre las 20:00.

-Vale, adiós mi vida, te amo.

-Y yo a ti.

**FIN DE LLAMADA TELEFÓNICA**

Dejé el móvil en el bolso y arranqué.

Llegué al centro comercial y empecé las compras. Los libros que Taylor me había indicado, cuadernos, estuches, lápices, bolígrafos, gomas, tippex, sacapuntas, subrayador, pinturas, tijeras, pegamento…

Al acabar todavía me quedaba un poco de tiempo, así que fui a comprarme dos conjuntos. Llevé las bolsas al coche y una vez hecho esto me dirigí a un restaurante.

Cuando acabé de comer y una vez pagada la cuenta, me metí en el coche y pensé en planes para hacer en ese momento.

Me decidí por ir a casa de mis suegros. Llegué muy pronto, a las 15:00 pm.

Llamé a la puerta.

-Hola Dann-saludé.

-Hola-saludó-llegas pronto-comentó.

-Lo sé, pero no sabía dónde ir. Me he pasado toda la mañana comprando material escolar y ahora ya no tenía nada que hacer.

-Aburrida sin Taylor-comentó de camino al comedor.

-Bastante-sonreí-supongo que será hasta que me acostumbre-añadí.

Llegamos y salude a Deborah y a Makena que estaban en el sofá jugando con mi tesoro.

-¡Aaii!-me llamó en cuanto me vio estirando sus bracitos hacia mí.

La cogí en brazos.

-¿Te lo has pasado bien?-le acaricié la mejilla.

-Iii-respondió.

-¿Se han portado bien los abuelos y la tía Makena?

-Iii-rió.

-¿Y cómo se ha portado Amanda?-le pregunté, esta vez a Deborah.

-Estupendo como siempre, si es un angelito-contestó.

-¿Aaii?-preguntó Amanda.

-Papá está trabajando, volverá a la hora de cenar-le expliqué.

Puso cara seria y yo le besé la frente.

-Noemí, ¿Por qué no te quedas hasta las 19:00 con nosotros?-propuso Dann.

-No quiero molestar-les dije.

-Por favor, no es molestia-aclaró Deborah.

Al final me convencieron y acabe pasando toda la tarde ahí.

A las 19:00 pm, me fui junto a mi hija.

Llegué y puse los conjuntos en el armario y el material en un rincón de la habitación. Bañé a Amanda y le puse el pijama.

Dejé a mi niña con Margaret mientras yo me duchaba y me ponía el pijama. Una vez acabé volví con mi hija y juntas esperamos a la vuelta de su padre.

La puerta se abrió.

-¡Aaii!-exclamó Amanda y se tiró al suelo para empezar a gatear hacia su padre.

Taylor la cogió en brazos.

-¿Qué tal con los abuelos Amanda?-le besó la mejilla.

-Iiee-contestó.

Mi marido me sentó a mi lado y me besó.

-¿Qué tal tu día?

-Más o menos ocupado-le contesté.

-Entiendo-puso cara rara.

Reí.

Ve a ducharte y cuando estés te lo explico.

…

Enseguida volvió y los tres juntos fuimos a cenar. Durante la cena nos contamos nuestro día. Al acabar y tras 15 minutos, Taylor se fue a dormir. Estaba agotado y mañana debía levantarse pronto de nuevo. Amanda y yo nos quedamos despiertas hasta las 22:00 pm.