Amor verdadero. (Taylor Lautner)

Capítulo 77: Esta vez vengo para quedarme.

-¡Noemí! ¡Noemí!-oí que alguien me gritaba-¡Noemí!

-¿Qué pasa amor?-pregunté adormilada.

-Ha sonado el despertador hace diez minutos-me explicó.

-¿¡Qué!?-me levanté de un salto-¡Te dije la hora que nos diera el tiempo justo para prepararnos!

-Hay tiempo amor, no te preocupes-dijo tranquilo.

Sin hacerle mucho caso a mi marido salí despedida hacia la ducha.

Tras una ducha rápida me puse el conjunto que ya había preparado antes.

-Taylor amor, ¿estás listo?-le pregunté poniéndome un poco de brillo de labios.

-Sólo me queda un detalle-dijo poniéndose su gorra.

-¿Qué hora es?-pregunté.

-Las 5:00.

-¡Pues vamos, que en llegar tardamos media hora!

Cogí a Amanda en brazos.

…

Una vez en el aeropuerto y tras todos los papeleos y controles por fin nos sentamos en el avión.

-Ves amor, hemos llegado a tiempo-sonrió.

-Tampoco nos hemos preparado con la tranquilidad que yo esperaba-contesté.

-Eso es porque no quisiste-rió demasiado fuerte.

-Sht, despertarás a Amanda-le reñí.

-Lo siento-susurró.

…

El avión despegó.

-¿Desean tomar algo?-preguntó la azafata trayendo consigo una bandeja llena de bebida y sándwiches.

-No gracias-contesté-¿tú quieres algo amor?-me giré.

-No gracias-sonrió.

-Si me necesitan llámenme-dijo alejándose.

Ambos nos pusimos los auriculares y escuchamos música durante la mitad del viaje. La otra mitad estuvimos hablando o distrayendo a Amanda que se despertó a las 10:30 am. En ese momento sí pedimos algo para comer.

-Menos mal que me dejaron llevar el bolso-reí.

-Menos mal que te acordaste de coger sus potitos-rió.

Amanda tenía tanta hambre que se lo comió todo sin rechistar y tras su desayuno, Taylor y yo comimos unos sándwiches con su refresco.

Amanda empezó a llorar, sujetándola entre brazos intenté  tranquilizarla junto al padre.

-Los aviones no son lo suyo-rió el padre de la criatura.

-Déjala, es su primera vez-la defendí-y habla más flojo que con las noches de sueño que lleva es mejor que siga así-finalicé viendo a mi angelito dormir.

…

A las 12:00 pm llegamos a LA.

-Por fin en casa-bromeó Taylor.

-Hogar nuevo hogar-dije cambiando un poco el refrán.

Amanda acabó el sueño en ese momento.

-Mira Amanda, éste es el aeropuerto de LA. Nuestro nuevo hogar-le susurró su padre.

Amanda puso cara seria.

-¿Qué pasa cariño?-le pregunté sin obtener respuesta.

Aproveché que la llevaba en brazos para darle un beso en la mejilla y tras ello Taylor y yo cogimos las maletas.

“-Lleva lo más importante-me dijo en su momento-así será un equipaje más ligero.

-Pero Taylor, aquí tengo muchas cosas y…

-Amor, lo que te falte lo compraremos ahí-me regaló una de sus sonrisas.”

La verdad es que tenía razón. A él le tocó llevar la maleta de mano y dos maletas de ruedas. Mientras yo llevaba a Amanda, su bolsita con los pañales y una maleta de ruedas.

-Taylor, ¿cómo llegaremos a casa?

-¿A qué te refieres?

-A que mi coche se lo ha quedado mi padre y el tuyo se lo ha quedado Zayn.

-Ah-rió-Jackson pasará a buscarnos. Mira, es ese coche de ahí-dijo caminando hacia esa dirección.

-Hola chicos-nos saludó nuestro amigo cuando llegamos.

-¡Jackson!-lo abracé como pude sosteniendo a Amanda-¿Cuánto hacía que no nos veíamos?

-Casi un añito ya-contestó él mientras nos separamos.

-¿Qué pasa tío?-se saludaron ellos.

Jackson abrió el maletero y pusimos ahí las maletas. Después de eso nos metimos en el coche.

Jackson en el asiento del piloto, Taylor en el asiento del copiloto y yo detrás con Amanda. Fuimos hablando durante todo el trayecto mientras yo miraba por la ventana.

-Amor, ¿no viviremos en la misma casa dónde estuvimos siempre?

-No-contestó-pensé que podríamos vivir en una casa más familiar y cercana a la de mis padres.

…

Llegamos a la casa y al verla me quedé impresionada.

-¡Es maravillosa!-exclamé entusiasmada.

-Y todavía no has visto nada-comentó Taylor.