Amor verdadero. (Taylor Lautner)

Capítulo 56: Vuelta de la luna de miel.

**Narra Taylor**

 

Hoy llegábamos a casa.

Estoy deseando ver a mi hija y mi esposa lo desea tanto como yo.  Esta vez habíamos cogido un avión, no queríamos esperar 4 horas para verla. Nada más bajar del avión de Mallorca fuimos hasta la entrada principal, ahí es donde habíamos quedado con los chicos.

-¡Amanda!-gritó Noemí antes de salir corriendo hacia ellos dejándome a mí con todas las maletas.

La cogió en brazos y empezó a besar sus mejillitas mientras le decía cuanto la quería. Yo llegué enseguida y les agradecí a Niall y a Irene el que hubieran cuidado a mi tesoro. Enseguida mi mujer me pasó a mi hija y la estreché bien fuerte entre mis brazos.

-¿Vamos?-propuso Niall en cuanto vio que los paparazzi nos habían encontrado.

-¡Vamos!-exclamamos todos y empezamos a caminar rápido hacia el coche.

Pusimos las maletas en el maletero, nos metimos en el coche y pusimos rumbo a nuestro hogar.

Zayn había ido a por el coche días atrás así que se supone que debería estar en el parking de casa.

Aprovechando que íbamos detrás con nuestra niña, jugamos con ella mientras contestábamos a las preguntas de la pareja.

…

Al llegar a casa entramos los cinco en el piso.

-Toma-le dije a Niall dándole la camisa que le habíamos comprado.

-Toma-dijo Noemí dándole a Irene el collar de Ibiza-No es gran cosa, pero…

-Nos encanta-aseguraron esos dos a la vez-gracias.

-No, gracias a vosotros.

-Es nuestro deber cuidar de Amanda-dijo Irene.

-Gracias igual-sonrió Noemí.

Llevábamos media hora hablando cuando esa extraña sensación me reocrrió el cuerpo.

-¿Volvieron nuestros familiares y amigos a LA?

-Sí-contestó Irene.

-Bueno, todos menos los de One Direction que se quedan hasta la boda-contestó Niall antes de besar a su prometida.

-¿Por qué lo preguntas amor?-me preguntó Noemí.

-No lo sé, tengo una extraña sensación.

En ese momento tocaron el timbre y los cinco fuimos a abrir.

-¡Hola!-saludaron los chicos de 1D, mis suegros y los 4 mejores amigos de mi esposa.

-¿Tu extraña sensación…?

-He acertado-sonreí.

Todos pasamos al salón.

Estuvimos todo el día hablando entre nosotros. Noemí y yo no nos separamos de Amanda ni un segundo, incluso jugamos con ella algunas horas. Contamos nuestro viaje sin entrar en detalles por respeto a mis suegros y los padrinos explicaron su experiencia como “padres”.

A las 20:00 pm mi hija empezó a llorar.

-Creo que es hora de cenar-comentó Noemí llevándosela a la cocina.

-Nosotros nos iremos yendo-comenzó mi suegra.

-Sí, nosotros también-siguieron los 4 mejores amigos de mi esposa.

-Y nosotros-finalizaron los de 1D.

-¡Adiós Noemí!-gritaron todos al unísono.

-Adiós-contestó Noemí llegando a la entrada con la niña en brazos.

Después de cenar nos fuimos a dormir, estábamos agotados y las visitas no nos habían dejado descansar.