Amor verdadero. (Taylor Lautner)

Capítulo 88: Margaret II.

**Narra Noemí**

Dos semanas  y media desde la depresión y una desde que me invadió una grandísima felicidad.

Cuando Amanda se quedó en casa de sus abuelos se dejó su muñeca y hoy Taylor iba a ir a buscarla.

Dándole otra oportunidad, dejé a Amanda con Margaret y me fui a duchar, todavía no me caía muy bien, pero seguía siendo mi empleada y para algo le pagamos cada mes.

Me duché y me puse un vestido. Bajé a la cocina y al no ver a nadie más que a Lena le pregunté sobre la ubicación de mi hija.

Lena me permitió pasar a la primera planta y me dirigí al comedor. No me podía creer la escena que me encontré entonces.

-¡Margarer, suelte a mi hija, ya!-le grité.

Me acerqué rápidamente a ella y se la quite.

-Sht, Amanda tranquilízate-la intenté calmar.

Lo que vi al entrar en el comedor fue a Margaret pegando a mi hija y eso era algo que no iba a consentir. Ahora Amanda lloraba desconsoladamente.

-Señora Lautner, Amanda se estaba portando mal y…

-Y nadie le dio permiso para poder pegarla, dime ¿qué hacia Amanda para merecer un castigo?

-Pues…-se cayó avergonzada.

-¡Y bien!-me impacienté.

-Bueno, ella lloraba sin parar y me he puesto muy nerviosa.

-¡Y lo mejor para tranquilizarla era pegarla!-le grité.

-Señora Lautner, fue una equivocación-dijo con prepotencia.

-A mí no me hables así, Margaret-le reté.

-No puede despedirme-se burló.

-Mi marido sí-contesté.

-Le convenceré de que lo dice por lo que pasó hace una semana.

-¿Y piensa que le creerá antes a usted que a su esposa?

-Estoy segura.

-Yo no lo estaría tanto-comentó una voz a mis espaldas.

-¡Taylor!-exclamé al girarme.

-Señor Lautner, yo…

-No diga nada Margaret, márchese no quiero volver a verla en mi vida.

-No por favor…

-Está despedida Margaret y no quiero volver a verla en mi vida. ¡Váyase!-le dijo mi marido conteniendo su enfado todo lo que podía.

Margaret se fue a por sus cosas y nosotros calmamos a Amanda.

-Amanda cariño, mira, papá ha traído tu muñeca-le dijo él.

Ella la cogió y empezó a calmarse.

-Ves, mamá y papá te quieren muchísimo y no dejaran que nada te pase-le dije yo.

-Aaiiaa mamá-dijo ella ya más calmada.

-De nada cariño-le contesté y le besé la mejilla.

-Aaiiaa papá-añadió Amanda.

-¿¡Papá!? ¿Has dicho papá?-preguntó Taylor patidifuso-hace solo una semana que dijo su primera palabra.

-Y ya ha dicho la segunda-le besé.

-¡Mamá! ¡Papá!-exclamó ella sonriente.

Nosotros reímos.

Margaret llegó.

-Bueno señores yo me voy.

-Las llaves-dijo Taylor extendiendo la mano.

Margaret nos la dio y acto seguido se marchó.

Olvidándonos por completo de Margaret continuamos a lo nuestro.

-Cariño, ¿desde cuándo sabes decir papá?-preguntó Taylor.

-Eeee aaooaa-contestó ella.

-De nuevo ha esperado a la ocasión adecuada-comenté.

-Por lo visto nuestra niña es muy oportuna, sabe cuál es el momento adecuado para actuar-comentó él y Amanda rió.

-Papá-le llamó nuestra hija.

-¿Si cariño?-le contestó su padre.

-Aaoo a uuaa-pidió.

-Claro-dijo cogiéndola.

-Mamá aaiiee-añadió.

-Vamos-sonreí.