Amor verdadero. (Taylor Lautner)

Capítulo 28: Plan B.

El plan estaba en marcha. Hoy era jueves y eran las 21:00 pm. Noemí estaba en mi casa, miraba la televisión junto a mí.

Las 22:00 pm, ahora sí. Cerré con llave las tres puertas de la sala impidiendo la salida.

-¿Qué haces?-me preguntó mi amiga.

-Es una sorpresa-me inventé.

Una vez listo me senté a su lado y enseguida el programa empezó.

-Con todos ustedes Taylor Lautner-presentó.

Ese era el plan, Taylor iba a explicar en la televisión lo que días antes me explicó a mí. Mi parte, conseguir que Noemí lo vea.

-No quiero ver esto-escupió levantándose  e intentaba abrir la puerta.

-No podrás salir-le comuniqué-por favor, míralo.

Se sentó.

-No me puedo creer que me hagas esto-susurró molesta.

El programa continuó, Taylor contestó preguntas sobre la nueva película que protagonizaba, pero finalmente llegó el momento que todos esperábamos.

-Me han dicho que has cortado con Marie, ¿qué ha pasado? ¿Es esa la causa de que hoy nos hagas tener la llamada de aludidos?

-Sí y de eso precisamente quería hablar. Pablo, tengo algo que me gustaría aclarar-comenzó y tras eso explicó todo los sucedido con igual o más detalle.

-Me dicen que tenemos una llamada-comunicó Pablo.

-Hola-sonrió.

-Hola Noemí-saludó Pablo.

-¡Noemí!-se alegró Taylor.

-Hola Taylor.

-Cariño, ¿has visto el programa? ¿Lo entiendes ahora?

-Lo he visto Taylor y lo entiendo todo. Me siento una tonta por no haberte escuchado.

-Eso no tiene importancia. Solo quiero que me digas que me perdonas y que me das otra oportunidad.

-Claro que sí, mi vida.

-Durante todos estos años mentí cuando dije que te quería, porque realmente yo te amo.

-Yo también te amo, cariño. Siempre te he amado y siempre te amaré.

-¡Vaya!-interrumpió Pablo-menuda reconciliación, es la más bonita que he visto nunca.

-Gracias por todo-dijimos Taylor y yo a la vez, ante este hecho nos pusimos a reír.

-Cualquier cosa por ti Taylor-peloteó-esperamos verte alguna vez Noemí.

-Alguna vez-repitió ella-adiós chicos.

-Adiós.

-Bueno, creo que llegó la hora de la despedida…-comenzó Pablo, pero nosotras ya no estábamos atentas.

Apagué la televisión y nos fuimos a dormir.

Había oído la risa de Noemí, eso era todo un regalo después de todos estos meses de tristeza.