Amor verdadero. (Taylor Lautner)

Capítulo 94: Fiesta de bodas. // Vuelta a la rutina.

Cuando todo acabó cogimos a Amanda y nos dirigimos al coche. Llegamos al restaurante una hora después.

-Hola pareja, ¿qué tal estáis?

-Muy felices-contestó Harry abrazando a su esposa.

-Sí, casarnos es lo mejor que podríamos haber hecho-secundó Patri.

-Me alegra oír eso-sonreí-sobre todo después de lo de esta mañana-añadí.

-¿Qué pasó esta mañana?-se interesó Harry.

Patri me miró con mala cara y pasando totalmente de ella contesté.

-Nervios normales ante la boda, nada más-me encogí de hombros.

-Ah bueno-rió-eso no es nada-opinó.

-¿Tú también estabas tan nervioso?

-¿Me estaré precipitando? ¿Me querrá a mi o a mi fama?, eso es lo que se me ha pasado por la mente esta mañana al despertar. Luego he visto una foto tuya y toda duda se ha marchado.

Taylor y yo, que también estábamos abrazados, nos reímos.

-¿Qué hace tanta gracia?-preguntó Harry haciéndose el molesto.

-Eso mismo le he dicho a Patri que pensé el día que me casaba yo-comentó Taylor.

-¡Oh! Lo recuerdo. Hasta que no viste aquella foto de tu comodín no te tranquilizaste-comentó Harry.

-Eso ha dicho-le miré a los ojos.

-Y es verdad-me besó.

-Bueno, lo importante es que a pesar de nuestras dudas nos hemos casado y ahora estamos felices-comentó Patri.

-Exacto-secundó Harry antes de besarla.

Taylor, Amanda y yo pasamos al salón principal y nos sentamos a nuestros asientos mientras el nuevo matrimonio recibía a los invitados que iban llegando poco a poco.

Cuando ya todos los invitados habían llegado nos sentamos en nuestros sitios y cenamos, como siempre, entre bromas y risas.

Al acabar la cena nos fuimos al otro lado del salón llegando al lugar donde se encontraba la pista de baile con el DJ.

La primera canción conseguimos que fuera lenta para que Patri y Harry abrieran el baile, pero el resto ya fueron más rápidas. Como en todas las bodas anteriores hubo baile, conversaciones y bebidas. De nuevo discurso y lanzamiento del ramo, cuyo ramo cogió Sophia.

Los señores Styles se iban de luna de miel a las 11:00 am y aun así creo que la boda duró hasta las 5:00 am. Y digo creo porque nosotros nos tuvimos que ir a las 00:30 am. Mi niña ya había perdido demasiadas horas de sueño.

Amanda se durmió en el coche, gracias a dios Taylor y yo duramos despiertos hasta llegar a casa.

Al llegar dejamos a Amanda en su cuarto y nosotros nos pusimos el pijama. No metimos en la cama, pero antes de dormir comentamos algunas cosas.

-Creo que Patri todavía no se cree que esté casada con Harry-comentó Taylor.

-Es lo normal-opiné-yo llevo casada contigo tres años y tenemos una hija en común con los mismos años y todavía temo despertar un día y que esto sea un sueño en el que se relata mi vida perfecta-sonreí.

-No es un sueño, eso te lo aseguro. Y si lo fuera, al despertar yo mismo me encargaría de que se hiciera realidad.

-Te amo-le besé.

-Y yo a ti mi amor-me volvió a besar.

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Después de eso todo volvió a la normalidad, de nuevo a las clases, de nuevo al trabajo y de nuevo llevar a Amanda al cole.

A mí los estudios me fueron de maravilla, conseguí sacármelos con notas excelentes.

Taylor continuó haciendo un montón de películas y en todas ellas salió fantástico. Hice muchos amigos visitando a mi marido al trabajo.

En cuanto Amanda, ella continuó yendo al colegio. Aunque la mayoría de los días iba a buscarla yo, finalmente su padre pudo ir a buscarla algunas veces o incluso a veces fuimos los dos. Amanda cada vez hizo más amigos y en sus cumpleaños no podía faltar Alexia.

En cuantos mis amigos y amigas de One Direction, lo que sé es que la luna de miel de esos dos duró un mes. Sophia  se casó medio año después y la verdad es que fue fantástica. Ahora ya todos estaban casados y viviendo con su pareja en sus casas. Viajaron  a diferentes lugares por los conciertos, entre otras cosas.

Estos dos años pasaron volando con muchos días maravillosos en ellos.  Días con los amigos, días con la familia, días en pareja e incluso días completamente sola. Pero siempre había algo que hacer, aunque fuera ver la televisión o huir de los paparazzi.

También hicimos diversos viajes o por el trabajo de Taylor o por visitar a mis padres o por el simple placer de viajar en familia. Aunque esos viajes se solían realizar en verano, así Amanda y yo no perdíamos clase.

La cuestión es que esos dos años que pasaron sin novedad fueron espectaculares, pero no tanto como los que vinieron después.