Amor verdadero. (Taylor Lautner)

Capítulo 105: A prepararse. // A grabar.

Dejamos a los niños en el colegio y volvimos a casa.

-Ponte ropa de chándal y ven al jardín-me dijo cuando llegamos.

-¿Y eso por qué?

-Tú hazme caso, te lo explicaré en el jardín-sonrió.

-Está bien-me encogí de hombros.

En el vestidor me puse unos pantalones de chándal y una camiseta, me coloqué unas deportivas y salí.

-Bien-dije al llegar-¿por qué me tenía que vestir así?

-¿Recuerdas la película?

-Sí, ¿qué pasa? ¿vamos a ensayar la escena?

-Algo así.

-¿Algo así?

-Bueno hay algo que no te dije ayer-dijo apartándose de mí.

-¿El qué?

-En la película los protagonistas hacen artes marciales.

-¿¡Artes marciales!? Yo no sé nada de eso.

-Por eso estamos aquí, te voy a ensayar lo necesario para la peli.

-¿¡Qué!? No sé yo si será buena idea. Creo que llamaré a mi jefa y le diré que ya no quiero la semana libre y…

-¿Y ya está? ¿Te rindes? ¿Así de fácil?

-No es que me rinda, Taylor yo…

-¿No te estás rindiendo? Todavía no has empezado y ya estás diciendo de volver a tu trabajo.

-Yo no sé artes marciales…

-Y vas a dejar que Marie actúe porque no sabes artes marciales cuando te estoy diciendo que yo te enseño.

-Suspiré-Está bien, lo intentaré.

-Perfecto-sonrió satisfecho-vamos allá.

Patadas, puñetazos, volteretas, acrobacias, esgrima…

Una semana de ensayo tanto de artes marciales como de la escena a representar en el casting.

Mientras Taylor se encargaba de los niños, yo estaba en el jardín practicando. Solo entraba en casa para comer, ducharme, cambiarme y dormir. Fue duro, pero lo conseguí, estaba lista para la prueba.

…

Taylor no pudo venir, tenía unos asuntos que no podía cancelar. Así que, sola, entré ahí y seguí sus consejos, cada uno de ellos.

Realicé cada escena como lo había hecho en el jardín de casa y…

…

Volví a casa y no vi a Taylor. Lo busqué y finalmente lo encontré en el jardín. Me acerqué a él.

-Hola amor-le besé.

-Hola, ¿qué tal la prueba?

-¿La prueba? No sé, digamos que…-me callé y agaché la cabeza.

-Oh, amor…

-¡Me han cogido!-exclamé.

-¿¡Qué!? ¿De verdad?

-Sí-sonreí-estuve nerviosa, pero seguí tus consejos y cuando acabé me aceptaron-resumí.

-¡Madre mía Noemí!-me abrazó tan fuerte que me tiró al suelo y el calló encima, nos miramos a los ojos y nos besamos-esto me hace tan feliz.