A la mañana siguiente desperté, estaba un poco mareada, pero pensé que tal vez era normal.
Desperté a mis renacuajos y tras ello fuimos a la cocina.
-Buenos días-saludó Lena.
-Buenos días-saludamos nosotros.
Taylor llegó y se sentó a nuestro lado.
-Buenos días a todos-saludó sonriente.
-Buenos días-saludamos a coro.
-¿Qué tal habéis dormido chicos?-les preguntó.
-Bien, aunque solo pensar que ahora debemos ir al cole…-dijo Amanda.
-Pero eso es normal, siempre os pasa lo mismo-rió Taylor.
Ni un bocado, es que miraba el desayuno y no podía, no podía comérmelo, no me entraba, no había espacio para él. Todos habían acabado de desayunar y yo seguía con el plato lleno.
Los niños fueron corriendo al piso de arriba para prepararse, pero Taylor se quedó.
-Amor, no has tocado el desayuno, con los que te gustan los desayunos de Lena.
-Y me siguen gustando, pero no sé, no tengo hambre.
-Señora Lautner, ahora que me fijo, tiene mala cara, ¿se encuentra bien?-intervino Lena.
-No mucho, estoy un poco mareada y me empieza a doler la cabeza.
Taylor me besó la frente.
-Creo que tienes fiebre, ¿dónde dejaste el termómetro?
-En el salón, al lado de la tele.
-Voy a por él, tú ve a la cama.
-Pero…
-A la cama.
-Voy.
Tal y como mi marido me había mandado, subí al piso de arriba y me tumbé en la cama. Me quité las mantas, pues estaba muriéndome de calor.
Taylor llegó con el termómetro y me miró la temperatura, 37’8.
-Voy abajo a por la medicina, tú quédate aquí.
-No tenía pensado moverme.
Tras tomarme el medicamento, Taylor me mandó descanso, así que como buena paciente le hice caso.
Me quedé dormida y no desperté hasta las 12:30 pm.
Hacía mucho que no me resfriaba y por lo visto mi cuerpo lo sabía, porque había cogido este virus más fuerte que nunca.
Al despertar me encontré sola. Los niños estaban en el cole y Taylor trabajando. Me levanté y fui a la cocina, ahora sí tenía hambre.
-Se la ve mucho mejor-sonreí.
Arelia me puso la mano en la frente.
-¿Qué haces Arelia?-pregunté entonces.
-Miro si tiene fiebre-contestó.
-Estoy bien-le quité la mano-no te preocupes, siempre que me resfrío estáis igual.
-Tome-Lena me dio un plato con tostadas.
-Nos preocupamos por usted-dijo Arelia.
-Demasiado-sonreí-gracias igual, sois las mejores.
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Amor verdadero. (Taylor Lautner)
Fiksi PenggemarLa historia de una chica que llegaba tarde a una quedada y acaba cumpliendo el sueño de su vida.