Capítulo 130: Taylor Swift III.

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La tarde del día siguiente me llevé a los niños con sus abuelos. Hablamos durante un rato, pero me fui con el tiempo suficiente para poder prepararme.

-Adiós mi princesa-me despedí de Amanda-Adiós mi príncipe-me despedí de Alexander-Portaos bien-les dije a ambos.

-No te preocupes mamá, nos portaremos bien-dijo Amanda.

Me dirigí a la puerta.

-Adiós Deborah, adiós Dann-me despedí de mis suegros antes de marchar.

Cogí el coche y fui hasta casa donde me encontré a Taylor en el garaje.

-¿Ya te vas?-le pregunté.

-Así es-contestó.

-Que te lo pases bien-le besé la mejilla.

-Últimamente todos son en la mejilla-se quejó.

-Gánatelos en la boca-contesté yendo hacia la puerta.

Entré en la casa y fui directa al baño. Me duché, me maquillé, me puse el vestido y complementos, finalmente me peiné.

Cuando estuve perfecta volví al garaje para coger mi coche y me dirigí al mismo lugar en el que Taylor había quedado con Taylor Alison Swift.

Llegué, aparqué, entré en la discoteca y me dirigí a la barra para pedir una caña, desde ahí veía a Taylor hablar con “Alison” y dos amigas más, ahora solo quedaba esperar.

-Hola guapa, ¿quieres bailar?-preguntó un chicos con una sonrisa pícara.

-Claro-sonreí-me encantaría.

Me cogió de la mano y juntos nos hicimos espacio entre la multitud, nos quedamos cercanos al lugar donde estaba Taylor y nos pusimos a bailar.

Cada movimiento estaba pensado para provocar a dos hombres, la excitación del que bailaba conmigo y por lo tanto la ira de mi marido.

**Narra Taylor**

-Me lo paso muy bien contigo-sonrió Taylor Alison.

-Y yo, no sé cómo pude pasar tanto tiempo sin mi amiga Taylor

-El trabajo, el tiempo, tu mujer-opinó ella.

-Mi mujer no tiene la culpa de nada-dije molesto.

-Era un comentario, no te lo tomes a mal-se excusó.

-Me lo paso muy bien contigo, pero mi mujer no se merece que hables mal de ella.

-O tal vez sí-señaló la pista de baile.

Me giré y miré hacia donde Taylor Alison señalaba.

Y ahí estaba, Noemí, bailando con un desconocido de una manera con la que solo bailaba conmigo.

-No puede ser-susurré.

Haciéndome paso entre la multitud del lugar llegué a ellos.

-¿Noemí?

-¡Taylor!-se sorprendió-¿qué haces aquí?-preguntó cogiéndose del brazo del chico.

-Te dije que venía a esta discoteca, la pregunta es ¿qué haces TÚ aquí?-dije enfadado por la escena que estaba viendo.

-Cómo te pasas el día de fiesta con Taylor, pensé que a mí también me tocaba-se excusó.

-¿Y los niños?-pregunté.

-Con tus padres-contestó.

-¿Y quién es este chico?

-Es Brad.

-¿De qué lo conoces?

-De que me ha sacado a bailar.

-Ya basta-me harté-nos vamos a casa.

-¿Qué? No me hagas reír-se burló.

-No voy a permitir que bailes con este tal Brad.

-¿Y yo debo permitir que estés todo el tiempo con Taylor?

-No es lo mismo.

-Sí es lo mismo.

-Que no, vámonos-la cogí del brazo y la arrastré hasta el coche.

-Yo iré en mi coche-se soltó.

-De eso nada-contesté-si te vas con tu coche seguro que antes te vas con ese tipo-abrí su puerta-entra en el coche.

-No me puedo creer que me estés haciendo esto-se quejó mientras entraba.

-Y yo no puedo creer o que he visto en la discoteca-contesté antes de cerrar la puerta.

Entré en el coche.

-¿Y qué pasa con mi coche?-preguntó molesta.

-¿No está Jerry por aquí? Que se lo lleve él.

-No me lo creo-susurró mientras cogía el móvil.

Durante todo el camino estuvimos callados, yo miraba la carretera y ella miraba por la ventana, parecía la típica escena de un padre que ha ido a buscar a su hija y se la lleva antes de tiempo de la fiesta  mientras la chica adolescente estaba a punto de empezar a salir con alguien.

-¿Vas a seguir así mucho tiempo?-le pregunté al llegar a casa.

-Todo el tiempo que haga falta-contestó.

-¿Entonces yo también debería enfadarme no? Me he ido sin despedirme de Taylor.

-Si quieres puedes volver a la discoteca-dijo molesta.

-¿Y arriesgarme a que vuelvas con Brad? No gracias.

-¿Esa es la única razón?-empezó a aumentar el volumen.

-¿Y qué otra razón hay?-yo también lo aumenté

-¡Qué echas de menos a tu mujer! ¡Qué echas de menos los días que pasábamos juntos y hablábamos sin llegar a pelearnos! ¡Qué echas de menos esos días en los que nos besamos, esos días en los que nos reíamos juntos, esos días en los que estábamos deseando tener un momento de intimidad, esos días en los que éramos felices en familia! ¡Esos días antes de reencontrarte con Taylor Swift!-gritó.

-¿De qué coño hablas?-grité.

-Desde el reencuentro no eres el mismo Taylor-empezaron a deslizarse lágrimas por sus mejillas.

-Eso no es verdad-suavicé el tono.

-Sí lo es, pasas más tiempo con “Alison” que conmigo.

-Eso no es verdad. Vivo aquí contigo y con los niños, quiera o no estoy más con vosotros.

-Es decir que estás más tiempo con nosotros porque vives aquí, si no vivieras aquí pasarías más tiempo con “Alison” que con tu esposa y tus hijos-gritó, seguía llorando.

-¿Qué? Yo no…

-“Alison” te ha cambiado-abrió la puerta-te ha cambiado mucho-dio un portazo.

-¡Noemí espera…!-demasiado tarde.

Miré por la ventana como cogía el coche que Jerry ya le había traído y se alejaba de casa, se alejaba de mí.

Amor verdadero. (Taylor Lautner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora