Capítulo 47: Visita a los abuelos.

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-No estoy segura de que esto sea bueno-le dije a Taylor en su momento.

-¿Por qué? Es bueno que conozca a sus abuelos-respondió él.

-Lo sé, pero ¿cómo irá luego la separación?-pregunté preocupada.

-Eso es algo que tendremos que ver en el futuro-finalizó Taylor.

Hoy íbamos a visitar a mis padres. Amanda estaba acostumbrada a verlos, los veía continuamente, viviendo en el piso de abajo…

Taylor y yo nos pusimos el primer conjunto que vimos por el armario y Amanda le pusimos una camisetita rosa y unos pequeños pantalones.

-¿Vamos a ver a los abuelos? Shi-le decía Taylor mientras cogía las llaves. Amanda reía.

Una vez listos bajamos al piso de abajo y tocamos el timbre. Esta vez era yo la que llevaba el bebé en brazos.

La abuela abrió.

-Hola-saludó en general-¡Amanda!, cada día estás más grande-la cogió-¿Cómo estás?

-Dile "bien abuelita"-hablé por ella cogiendo la mano.

Pasamos al interior donde no encontramos con mi padre. Tras saludarlo mi padre cogió a Amanda y la sentó en su regazo, Taylor se sentó a su lado.

Yo me fui con mi madre.

-¿Qué tal va todo?-le pregunté.

-Muy bien, ¿Y a vosotros?

-Ahora genial.

-Amanda ha crecido mucho.

-No me daré cuenta y ya tendrá novio-reímos.

-Hay que disfrutar porque dejan de ser pequeños en un chasqueo de dedos.

-Lo sé mamá, lo has repetido mil veces.

-Porque es la verdad.

Oí a mi niña llorar.

-¿Qué ocurre?-pregunté ya en el comedor.

-Creo que tiene hambre-opinó Taylor mientras la acunaba.

Volví a la cocina y le preparé el biberón.

-Toma cariño-le dije a Taylor ya con el biberón en la mano.

-Gracias-lo cogió.

Taylor se lo daba mientras yo les miraba.

-Chicos, parecéis una familia de anuncio-bromeó mi padre.

Taylor y yo lo miramos y sonreímos.

En ese momento Amanda se acabó su biberón y se quedó dormida, la pusimos en un lado del sofá.

Una vez nuestra comida estuvo lista, pusimos la mesa y comimos.

Estábamos comiendo cuando Amanda despertó.

-Yo la cojo-me levanté.

La cogí en brazos y la senté en mi regazo. Comimos todos y una vez acabamos se la pasé a Taylor mientras quitaba la mesa con mis padres.

Nos sentamos en el sofá y conversamos mientras de vez en cuando le hacíamos alguna tontería a Amanda para que no se aburriera.

-¿Qué tal si aprovechamos el buen humor para probarle el vestido?-preguntó mi madre refiriéndose al vestido del bautizo de Amanda. Lo único que Ashley me dejó elegir, aparte de mis madrinas y las damas de honor.

-Claro mamá, tráelo.

-Amanda, ¿nos probamos el vestidito? ¿Eh? Shii, ¿a qué shi?-le decía Taylor mientras Amanda se seguía riendo.

Mi madre trajo el vestido.

-Está preciosa-comentó mi padre.

-Como siempre-sonrió Taylor.

-Le queda de maravilla, elegisteis bien-opinó mi madre.

-Le queda perfecto-sonreí.

-¿Te gusta Amanda?-le preguntó mi madre a lo que Amanda contestó con una amplia sonrisa.

-Me tomaré eso como un sí-reí.

Le volvimos a poner su conjuntito y guardamos el vestido en lugar seguro.

-¿Puedo tener un rato a mi nieta?-preguntó mi padre.

-Claro papá, toma-se la pasé.

-Hola Amanda, ¿qué tal está mi nietecita? ¿Bien?-empezó a decirle mi padre mientras Amanda se seguía riendo.

-Hoy está muy sonriente, ¿no crees?

-Y que siga así-sonreí.

Pasamos en casa de mis padres una o dos horas, hasta que Amanda se durmió.

Al llegar a casa dejamos a nuestra niña en la cuna y nosotros dos fuimos al comedor para aprovechar unos minutos de intimidad. Desde el nacimiento de Amanda, pocos eran los momentos así.

-Lo echaba de menos-comentó Taylor besándome.

Sonreí.

-Ojalá esto durara más.

-En la luna de miel.

-No sé cómo irá…

-Irene la cuidará muy bien durante las dos semanas y estaremos en Ibiza, no estaremos muy lejos.

-Más o menos.

-No pasará nada.

-Lo sé, pero no puedo evitar preocuparme.

-A mí también me preocupa, pero intento disfrutar de estos momentos contigo.

-Tienes razón-le besé-vamos a disfrutar.

Tras disfrutar de dos horas de intimidad, nos quedamos dormidos.

-No puede ser-susurré al despertar a causa de los llantos de mi niña.

Claro, Amanda se había ido a dormir sin cenar, ese era el problema.

-¿Quieres que vaya yo?-me preguntó Taylor.

-No, me toca. A la siguiente ya irás tú-sonreí.

-Vale-dijo y se quedó dormido al instante.

Fui al cuarto de Amanda y la cogí en brazos.

-Sht, ¿Qué pasa pequeña? ¿Tienes hambre?-le pregunté de camino a la cocina.

Preparé el biberón mientras la acunaba y una vez listo se lo di. La llevé a la cuna, pues tras cenar se había vuelto a dormir y volví a la cama.

-¿Todo bien?-preguntó medio dormido.

-Sólo quería cenar-sonreí-venga duerme cariño. Tengo la extraña sensación de que mañana habrá novedades.

-¿Qué clase de novedades?

-No lo sé, es sólo una corazonada. Venga a dormir.

-Está bien, buenas noches mi reina.

-Buenas noches mi rey.

Amor verdadero. (Taylor Lautner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora