Amor verdadero. (Taylor Lautner)

Capítulo 102: Paréntesis (II). // Si que tenías ganas de llegar.

**Narra Taylor**

 

Lena me había contado la llamada que había recibido Noemí el día que vimos Crepúsculo, la verdad es que no me había hecho mucha gracias porque cosas como esas son las que quería evitar después de lo que pasó el primer mes. Obligué a Noemí a ir al hospital sin explicaciones para ver que no le hubiera hecho nada y gracias a dios así era, aun así por el susto mi suegro me iba a oír. Lo importante es que mi mujer y mi futuro hijo estaban bien y cada vez quedaba menos para su llegada.

 

**Narra Noemí**

 

No hay mucho que contar de la fiesta del bebé, prácticamente igual que con Amanda. De nuevo todos quisieron tocarme la barriga, de nuevo un montón de regalos, de nuevo conversaciones y bromas.

Tuve diversas contracciones, Taylor ya no se asustaba tanto, pero Amanda sí, por eso siempre intentaba estar lejos cuando venían.

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Ya solo faltaba un mes para los 9 meses de embarazo y a Irene solo un día.

Se me adelantó.

Amanda estaba en el colegio, Taylor había quedado con no sé quién para un nuevo proyecto, Arelia tenía el día libre, así que solo me quedaba…

-¡Lena!-la llamé en cuanto rompí aguas.

-¿Qué pasa señora?

-Lena, llama a mi marido y dile que acabo de romper aguas.

-Ahora voy señora-dijo yendo hacia el teléfono más cercano.

Me preparé a todo correr y una vez lista bajé a la cocina.

-¡Lena! ¿¡Dónde está Taylor!?-le exclamé nerviosa.

-Ahora no puede venir, pero en cuanto le dejen salir irá corriendo al hospital.

-¿¡Qué!? Lena llévame tú.

-Señora Lautner…

-Lena coge el coche y llévame al hospital, por favor.

-Está bien, vamos-dijo quitándose el delantal y cogiendo las llaves de su coche.

Llegamos al hospital a los pocos minutos y me atendieron enseguida.

Contracciones cada 20 minutos.

-¿¡Dónde está!?-oí que alguien gritaba en el pasillo.

Mi puerta se abrió y tras ella entro mi marido.

-¡Taylor!-exclamé antes de que me besara.

-Hola amor, siento no haber estado contigo a casa.

-Lo importante es que has venido-sonreí.

Nos miramos fijamente a los ojos, como si ya no existirá nada más. Entonces recordé una cosa.

-¿Dónde está Amanda? La hora de ir a recogerla ya ha pasado.

-Llamé a mi madre para que pase a buscarla antes de venir aquí-contestó.

Se dio la vuelta y esta vez se dirigió a Lena.