Capítulo 69: Días previos (disfrutando de la casa).

921 34 0
                                    

-¡Amanda! ¿Desde cuando estás despierta?-pregunté al ver a mi niña jugando con su peluche en la cuna.

Ella simplemente abrazó a su peluchito como protección.

Reí.

-Cariño, no te reñiré, sólo quería saber porque no avisaste-sonreí-vamos, ¿cuándo te ha reñido mamá sin razón?

Amanda sonrió y estiró los brazos hacia mí.

-Aa aa-pidió.

La cogí en brazos.

-¿Vamos a buscar a papá?

-¡Iii!-exclamó.

Salimos de casa y fuimos en su búsqueda.

-¡Taylor! ¡Taylor!-le llamé.

-¡Aquí-oí que gritaba desde la parte donde se encuentran las gallinas.

-¿Qué haces amor?-le pregunté al llegar.

-El sistema de riegos estaba un poco descolocado en esta zona, lo estaba colocando, pero ya acabo.

-¿Ya está todo? ¿O tienes que hacer más cosas?

-No, esto era lo último. Tu padre la mantiene de maravilla.

-Díselo cuando devolvamos las llaves, estoy seguro de que le gustará.

-Pareceré un pelota.

-A veces no está mal serlo.

Taylor rió.

-Voy a ponerme el bañador con Amanda, ¿vienes?

-Acabo con esto y voy.

-Te esperamos.

Entramos en el cuarto y nos pusimos el bañador. Yo me puse un bañador que me encontré en el armario y a Amanda le puse un bañador que su padre le había regalado hace poco.

Taylor llegó.

-Pero que guapas están mis pequeñas-opinó, nosotras reímos-¡Amanda!, ¿Quién te ha conseguido ese bañador? Es precioso, desde luego tiene muy buen gusto

-¡Uuuuu!-rió.

-Vamos a por las toallas, te esperamos arriba-le avisé todavía riendo.

-Ahora iré-nos advirtió sonriente.

Entré en el agua y me senté en el segundo escalón sujetando a Amanda. Al instante llegó Taylor que no se le ocurrió otra cosa que tirarse bomba mojándonos así a Amanda y a mí lo que nos quedaba. Jugamos durante un rato y finalmente a Taylor se le ocurrió algo.

-Déjamela un momento, voy a dejar que nade un poquito por en medio.

-Cógela fuerte, por favor-dije preocupada mientras se la daba.

Amanda y su padre se fueron en medio de la piscina y yo los seguí, jugamos durante un rato hasta que Amanda nos advirtió de su cansancio.

-Has dormido poco la siesta, ¿verdad?-le reproché.

Doblamos una toalla por la mitad y la pusimos en el suelo en sitio seguro en el cual la podríamos vigilar y enseguida se quedó dormida.

Aprovechamos la “soledad” para jugar en el agua, como cuando éramos novios, aunque ahora con más… no sé… ¿confianza sería la  palabra?

Taylor me cogió de la cintura y me levantó en el aire, grité mientras me reía.

-¡Bájame Taylor!-le pedí riendo.

-¿Recuerdas la primera vez que quedamos en mi casa?-me dejó de nuevo en el agua.

-¿Cómo olvidarla? Me lo pasé en grande-sonreí.

-Ése día también quise cogerte así, pero todavía no tenía mucha confianza, nos conocíamos de habernos visto dos veces, me gustabas y te tenía en mi casa en biquini.

-Lo entiendo, pero se podría decir que ahora mismo hay muchísima confianza, ¿no?

Rió.

-Yo diría que sí.

“Jugamos” durante dos horas y después despertamos a Amanda para que después no despertara a las tantas y nos fuimos a cenar.

Al día siguiente por la mañana trabajamos un poco por la mañana y jugamos a tenis y nadamos por la tarde.

Ya era día 15, los amigos no vendrían hasta las 12:00 pm, así que levantándonos a la misma hora de costumbre, empezamos a organizar las cosas.

-¿Dónde pongo esto?

-Ponlo en la mesa de ahí y tendremos que colocar en ese lado el equipo de música.

-Claro y la bebida aquí, ¿verdad?

-Ahí perfecta-sonreí.

Tras las dos horas que habían pasado desde que nos habíamos despertado todo estaba organizado, la verdad es que nos quedó genial.

Amor verdadero. (Taylor Lautner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora