Amor verdadero. (Taylor Lautner)

Capítulo 50: Dos días. // Despedida de soltera.

Hoy era 12 de febrero del 2020, quedaban dos días para la boda.

Sí, eso es lo que pasa si le encargabas tu boda a Ashley Greene. Que tu boda es el día de los enamorados. Cosa de la cual no iba a quejarme.

-Taylor cariño-le llamé.

-¿Qué ocurre?-tanto  él como Amanda me miraron.

-Ya empezamos a ser esa clase de padres que no celebra sus cumpleaños-reí.

-¡Es verdad! Cumplí años ayer.

-¡Felices 28 mi tontito!-le besé.

Amanda aplaudió.

-Muchas gracias chicas-nos abrazó.

-Amanda y yo tenemos un regalo-sonreí.

-¿Tú y Amanda? ¿Qué es?

-Toma-le extendí el paquete-no es gran cosa, pero entre la boda y el bebé…

-Es perfecto, porque me lo habéis regalado vosotras-me besó y abrazó a Amanda.

-¿De verdad te gusta?

-Muchísimo, lo pondré en el comodín-sonrió.

Tras sencillo como un marco de plata con tres fotos era lo que le regalé. En la de la derecha salíamos yo y Amanda, en la de en medio salíamos los tres juntos y en la de la izquierda salían Taylor y Amanda.

-Yo también tengo un regalo-dijo cogiendo algo del comodín-también me di cuenta de que había pasado tu 21 cumpleaños-sonrió-felicidades mi pequeña

Cogí la cajita que Taylor me extendía.

-Es…preciosa-la cogí-NoemíAmandaTaylor-reí.

-Así es, NAT-rió-¿De verdad te gusta?

-Es la pulsera perfecta. Muchas gracias mi vida-nos besamos.

-Oye, ahora que lo pienso, ¿sabes que te han preparado tus amigos para mañana?-pregunté curiosa.

-No me han dicho nada-rió-¿y a ti las chicas?

-Nada de nada, miedo me da lo que hagan.

-Saben nuestros gustos…

-Y pueden usarlos tanto a nuestro favor, como en nuestra contra.

//

A la mañana siguiente desperté sola en la cama. Al lado mío había una nota.

“Hemos secuestrado a tu futuro marido y tu hija está con sus abuelos. Robert”

-Suerte-susurré.

Me metí en la ducha y me puse un vestidito cómodo.

Me dirigí a la cocina y me encontré la mesa puesta con dos tostadas y un café.

¿El desayuno hecho? Mejor disfrutar, ya veremos lo que viene después. Pensé.

Me senté en la silla y desayuné, una vez hecho limpié el plato y vaso utilizado y después fui al comedor.

Me taparon los ojos con un pañuelo.

-¿Quién está ahí? ¿Chicas sois vosotras? ¿Dónde me lleváis?-les pregunté.