Amor verdadero. (Taylor Lautner)

Capítulo 83: Antes de grabar.

A la mañana siguiente era 2 de septiembre del 2020. Mañana Taylor empezaba a grabar, así que decidimos pasar el día en familia.

Nos levantamos por la mañana, tras desayunar y prepararnos cogimos el coche y fuimos a una zona de juegos.

Pasamos toda la mañana paseando por aquel comercio, Taylor jugó en algunos de los juegos y Amanda disfrutó simplemente de ver a su padre. Hay juegos que jugamos entre todos, pero en la mayoría de los juegos  jugó él solo.

Por la tarde y tras comer en un restaurante de la zona, no quedamos en el parque. A las 19:00 pm Amanda bostezó, así que volvimos a casa mientras ella hacía la siesta en el coche.

Llegamos a casa y coloqué el peluche que Taylor me había ganado en uno de los juegos en mi lado de la cama.

Mientras Taylor dejaba a Amanda en la cuna junto a su peluchito favorito, yo cogí el teléfono que empezó a sonar al minuto de llegar.

**LLAMADA TELEFÓNICA**

-¿Si?

-¿Noemí?

-Así es, ¿quién llama?

-Hola cariño, soy Deborah.

-Hola Deborah, ¿qué tal?

-Estupenda, como siempre-reímos-oye, te llamaba para saber si Amanda se puede a dormir a casa a dormir.

-¿Hoy?

-Sí, pasaríamos a buscarla en media horita.

-A mí me va perfecto, pero espera un segundo se lo pregunto a tu hijo.

-Claro.

…

-Nos va perfecto-sonreí-¿en media hora has dicho?

-En media hora estaremos ahí-confirmó.

-Os esperamos aquí.

-Hasta ahora.

-Hasta ahora.

**FIN LLAMADA TELEFÓNICA**

Preparamos todo lo de Amanda y una vez listo nos sentamos en el sofá. Enseguida llegaron y mientras Taylor iba a abrir yo fui a por Amanda, que seguía en la cuna.

Mi ángel estaba despierta.

-Hola Amanda, ¿qué tal estás?

-Iiee aaii-bostezó.

La cogí en brazos y le di un beso en la mejilla.

-Han venido los abuelos, dicen que si quieres ir a su casa a dormir.

-¡Iii!-aplaudió.

Reí.

-Pues vamos a prepararte.

…

-¡Amanda!, estás preciosa-comentó Deborah mientras yo me acercaba al sofá donde estaban todos reunidos.

-¡Cómo se nota que es mi nieta!-dijo Dann, todos reímos.

-Bueno, debemos irnos que ya es la hora de cenar para la pequeña-se levantaron-¿me la das?-preguntó estirando los brazos hacia mi bebé.

-Claro, toma-se la di.

-¿Vamos a dormir con los abuelos?-le preguntó Deborah acariciándole la mejilla.