Amor verdadero. (Taylor Lautner)

Capítulo 98: Un mes de embarazo.

No sé cómo lo debía llevar Irene, pero yo estaba genial. Acostumbrada a cualquier de las cosas que me pasaban gracias al embarazo de Amanda, la gente casi ni notaba que estaba en cinta. La prensa por ejemplo, ni se habían enterado todavía.

Ashley tuvo la brillante idea de ir a la discoteca a celebrarlo. No me preguntes por qué, pero acepté.

Nos preparamos y tras dejar a Amanda en casa de sus abuelos, nos dirigimos a la discoteca en la que habíamos quedado.

-Hola-saludamos al salir.

Ahí estaban nuestros amigos de Crepúsculo y los de 1D (menos Niall, Irene, Harry y Patri; la primera pareja estaba experimentando los meses de embarazo  y la segunda la estaba ayudando)
-Ya creíamos que no vendríais-comentó Robert ya dentro.

-Convence tú a una niña de 5 años que no puede ir de fiesta con sus padres-le dijo Taylor.

-¿Una fiesta? ¿Y por qué le dijisteis que ibais de fiesta?

-Nosotros no dijimos nada de una fiesta, Amanda nos vio con esto-señalé nuestra ropa-y lo dio por hecho.

-Mi ahijada es una niñita muy lista-comentó Nikki.

-No lo jures-dijimos Taylor y yo al unísono, todos reímos.

Todos nos esparcimos por el local y empezamos a bailar, de vez en cuando nos encontrábamos entre nosotros y tras una pequeña charla nos volvíamos a separar. Disfrutamos de la música y el baile, bailando entre nosotros, pero no siempre con la misma pareja. Hubo un par de viajes al baño, pero realmente me lo estaba pasando muy bien.

Taylor y yo nos reencontramos y nos pusimos a bailar juntos. Pasado un rato me miró fijamente.

-¿Estás bien amor?-me preguntó entonces.

-Estoy estupenda, ¿por qué?

-Voy un momento a por algo de beber, ¿quieres algo?

-Claro, mientras no lleve alcohol lo que quieras.

-Sonrió-ahora vuelvo, no te muevas.

Tal y como Taylor me había pedido, me quedé bailando en el sitio.

Un chico, que se veía de lejos que estaba borracho, se acercó a mí.

-Hola guapa, ¿quieres bailar?-me cogió del brazo.

-No gracias, estoy esperando a mi marido-me solté.

-Oh y no te apetece correr un poco de riesgo, vamos que mi coche está cerca-me cogió de la mano y empezó a estirarme hacia el exterior del local.

-Déjame-dije al conseguir quitármelo de encima.

-Vamos, lo disfrutaras-volvió a cogerme.

-¡Te he dicho que me sueltes!-me volví a liberar.

Ya me estaba marchando cuando el tipo volvió a cogerme del brazo. Estaba muy pesado.

-Le señora le ha pedido que la deje-oí la voz de Taylor.

Kristen y Elisabeth me cogieron y me apartaron, al principio no entendía por qué, pero enseguida lo vi.

-¡Taylor, para!-grité.

A mi marido no le había sentado nada bien lo sucedido y ahora mismo se estaba peleando con el chico aquel. Todos se pusieron alrededor para contemplar la pelea.