A la mañana siguiente cuando me levanté vi que Noemí ya no estaba en su habitación, fui a la cocina y tampoco estaba. La busqué por todo y no la encontré, pensé que tal vez se había ido a dar una vuelta, que tal vez necesitaba pensar, pero… ¿No me habría dejado una nota?
No sabría decir si fue intuición, pero algo en el fondo de mi mente me decía que fuera a la piscina, que la encontraría ahí, que no se había ido.
Me dirigí hacia la piscina y ahí la encontré.
-Vaya, así que estabas ahí-dije al verla.
Llevaba puesto el biquini y las gafas de sol que le regalé, estaba tumbada en una toalla tomando el sol.
-Bueno días, ¿has dormido bien?-preguntó, me acerqué y nos besamos.
Me senté a su lado.
-De maravilla, ¿y tú?
-Estupendamente-sonrió-siento no haber cenado contigo ayer, pero es que estaba agotada.
-Eso me recuerda… ¿Qué hiciste en mi ausencia?-pregunté recordando mis pensamientos de anoche.
-Ah, bueno al principio me quedé mirando la tele, pero empezó a aburrirme así que investigué por la casa y encontré un pequeño gimnasio. Decidí hacer un poco de ejercicio y después de un par de horas me sentía hambrienta y agotada. Por eso preparé la cena, cené y fui a la habitación a ponerme música, pero me dormí enseguida.
-Hiciste bastantes cosas-reí-ahora vuelvo.
Me fui a mi habitación y me puse el bañador y las gafas de sol, cogí la toalla y me dirigí a la piscina. Coloqué la toalla junto a ella y me tumbé.
Estábamos en silencio, ninguno de los dos hablaba, solo disfrutábamos del sol y de la tranquilidad. Me estaba quedando dormido cuando Noemí habló.
-¿Me pones la crema en la espalda?-dijo con el bote en la mano mirándome directamente a los ojos.
-Claro-sonreí.
Noemí me dio el bote y se tumbó boca abajo. Le puse la crema, estaba tan guapa. Me acerqué cuidadosamente y empecé a besar su cuello. Creí que le molestaría, pero en verde eso, se giró me besó. Me besó una y otra vez en los labios y en el cuello mientras yo me dejaba llevar.
Sonó mi móvil, ¡qué inoportuno! Seguí con el beso, pero Noemí no tenía los mismos planes.
-Cógelo, podría ser importante-me aconsejó.
-¿Segura?
-Vamos-sonrió-no pasa nada.
Me separé y cogí mi móvil, miré quién era, Robert.
-Ahora vuelvo-informé metiéndome en la casa.
Corrí hacia el comedor y una vez ahí lo cogí.
**LLAMADA TELEFÓNICA**
-Hola Rob, ¿qué pasa?-dije molesto.
-¿Taylor? Vaya tío, pareces molesto, ¿pasa algo?
-Nada tío, solo me has cortado todo el rollo.
-Oh, ¿Noemí y tú…? Lo siento, no lo sabía.
-No pasa nada, todavía no habíamos llegado lejos-dije más relajado-bueno dime, ¿por qué llamas?
-Por la fiesta, solo quería confirmar quiénes venían, la hora y la música.
-Oh, claro. A la fiesta vendrán todos los “Cullen” y Booboo Stewart. La hora será a las 21:00, ya que antes me la llevaré a cenar. Y la música la tengo grabada en un CD, te la traeré mañana.
-Bueno si lo tienes todo te dejo, ¡Suerte! Adiós-dijo con tono burlón.
-Reí-Gracias Rob, adiós.
**FIN LLAMADA TELEFÓNICA**
Colgué y dejé el móvil en la mesa. Corriendo volví a la piscina.
-¿Ya te vas?-pregunté al verla recoger las cosas.
-Llegó la hora de comer tontito-rió-voy a preparar algo, ¿qué te apetece?
-Lo que me apetece lo tengo delante-dije acercándome a ella y besándole el cuello.
-Taylor, lo de antes ha estado genial, pero no estoy preparada-dijo entrecortadamente.
-Tranquila, esperaré-sonreí para animarla-a mí también me ha encantado-ella también sonrió.
-Voy a ver que hay en la cocina.
Me quedé ahí viendo cómo se alejaba con los boardshorts que se había puesto al recoger. En cuanto se perdió de mi vista corrí y salté a la piscina.
“¡Maldito Robert! ¡Lo ha fastidiado todo!” Salí, me sequé y fui a vestirme.
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Amor verdadero. (Taylor Lautner)
FanfictionLa historia de una chica que llegaba tarde a una quedada y acaba cumpliendo el sueño de su vida.