Amor verdadero. (Taylor Lautner)

Capítulo 42: De compras

1 de septiembre del 2019, hoy hacia nueve meses que me había quedado embarazada.

Me levanté por la mañana temprano, no podía dormir. Me preparé unas tostadas.

-Buenos días preciosa-se acercó a mí y me besó.

-¿Qué tal has dormido guapísimo?

-Muy bien-dijo estirándose-hoy te has levantado pronto.

-No podía dormir.

-¿Nerviosa?

-Un poco.

Mi vida, hace nueve meses, pero no sabemos si nacerá hoy. ¿Por qué no disfrutamos del día?

-Tienes razón-sonreí.

-Empecemos por estas tostadas-cogió una.

-Oyes, que esas eran para mí-reí.

-Se siente-rió también.

-¿Qué haremos hoy?

-He pensado que podríamos ir a comprar un álbum de fotos para el bebé y una caja dónde guardar sus recuerdos.

-Me parece una buenísima idea.

-Iremos después de desayunar, ¿vale?-propuso cogiendo otra tostada.

-¡Vale, pero no cojas más tostadas!

No me quedó más remedio que preparar más tostadas. Desayunamos y tras ello fuimos a ducharnos. Una vez duchados yo me pude una camisa premamá y unos pantalones pirata mientras Taylor se ponía una camisa azul y unos vaqueros.

Cogimos el coche y fuimos hasta el corte inglés, Taylor quería ir andando, pero claro el no llevaba a kilos de más en su interior. Cuando llegamos empezamos a mirar álbumes, pasaron minutos, tal vez horas, pero al fin y medio escondido lo encontramos.

-¡Mira este Taylor!-señalé un álbum rosa con un dibujo de un lobo con una niña.

-Parece hecho apropósito-rió-¿te gusta?

-Mucho.

-Pues cógelo-sonrió-vamos a mirar cajas con estampados para los recuerdos.

-Está bien.

Nos dirigimos hacia ahí, había muchísimas cajas y eran muy bonitas. No se sabía cuál elegir. Al verla lo supe, esa era la indicada.

-¿Qué te parece está?-dijo Taylor enseñándome una caja de estampado azul flojito con la inscripción en rosa “Nuestra pequeña”. 

-Es preciosa-comencé-pero creí que yo era tu pequeña-añadí.

-Y lo eres-reí-tú eres mi pequeña y Amanda será nuestra pequeña-explicó remarcando “nuestra”.

-Ah, entiendo-reí-entonces… ¿Esta caja?

-¿Te gusta?

-Es perfecta.

-¿Vamos a pagar ya?

-Si no quieres mirar nada más.

Fuimos a la caja y pagamos ambas cosas. Después de las compras nos dirigimos a un restaurante.

…

Una vez en casa fuimos al cajón dónde teníamos la lista de nombres que todavía guardábamos y la metí en la caja, igual que la primera y última ecografía. También guardé el álbum recién comprado y Taylor puso la caja en la estantería de la habitación de Amanda.