13. Malas influencias

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− ¿Estás segura?

− Sí. Absolutamente. - la miré con el ceño fruncido.

− Vas a contármelo todo, pero antes creo que deberíamos irnos a mi casa en Tasle. Te irá bien cambiar un poco de rutina. Nos preparamos algo para cenar y hablamos tranquilamente, toda la noche si quieres.

Después de habernos instalado y comido, cogimos una cerveza cada una y nos fuimos a mi habitación. Vicky no estaba.

− Ayer Jason salía con los chicos. A mi no me apetecía salir, la verdad. Pero entonces, me entraron ganas de estar con él y decidí presentarme a la fiesta de improviso. Estaba emocionada, pensaba que le encantaría el detalle. Sabía donde salían. Entré en el pub que estaba abarrotado de gente y nada más entrar, le encontré hablando muy pegado con una chica.

− Michelle...eso no significa nada, ya sabes que ponen la música muy alta... - me fulminó con la mirada.

− Cuando tengas novio, lo entenderás. Además eso no es todo. Me quedé ahí quieta, mirándolos sin saber qué hacer. Por una parte quería plantarme a su lado y empezar a hablar pero decidí esperar para ver qué hacían. En un momento dado, sin que hubiesen pasado más de dos minutos la chica hizo ademán de irse y ...

Michelle respiró hondo, intentando calmarse. Pero su verborrea siguió, apenas tenía tiempo a respirar de lo rápido que hablaba.

- Jason la cogió del brazo y la besó. ¡La besó delante de mis narices y él ni siquiera se había dado cuenta! Le había enviado un mensaje diciendo que quizás me pasaba a verlo, pero claro, seguro que estaba demasiado ocupado para verlo. - dijo ella con rabia. Empezó a tirarse de los pelos.

− Michelle... - dije apartando sus manos de su cabeza. Ella me dejó hacer y le dio un trago a la cerveza.

− Me quedé ahí, sola. Rodeada de toda esa gente que bailaba feliz, al margen de todo. Me sentía totalmente fuera de lugar; traicionada de la forma más vil posible. ¿Qué demonios está pasando? No entiendo nada... creía que me quería, de verdad. - Michelle se sorbió la nariz.

- Les perdí de vista, observé a los demás chicos a lo lejos y Jason estaba ahí con ellos. Le seguí con la mirada mientras salía del local. No necesitaba ser una adivina para saber que se iba con ella. Nada más verlo salir, me escapé al baño y le llamé. Me contestó alarmado, pidiéndome dónde estaba. Le dije que estaba a punto de llegar al pub pero él rápidamente añadió que no había demasiada gente y que había resultado ser bastante aburrido así que estaba de camino a casa ya. Entonces salió a relucir todo cuando le dije que no importaba, que iba a verle a su casa y... tendrías que haber visto como se puso... Nunca me había hablado así, Gina.

Michelle me miraba con unos ojos llenos de sufrimiento y de incomprensión. Quería que la creyera y que entendiera lo que le estaba diciendo.

- Me dijo que estaba cansado y que dejara de forzarle y presionarle a hacer cosas que no quería, que estaba harto de mis estupideces y añadió que no pasaba nada por no vernos un día. Ni siquiera me dio tiempo para replicar, me colgó. ¿De veras crees que soy tan estúpida como para pensar que no se fue con esa tía?

− No tiene buena pinta, no. - le susurré. - ¿Pero tu estabas confundida, no? ¿No sabías qué hacer con la relación, verdad?

− No, no estaba segura Gina pero... ¿terminar así? ¿en serio? Nunca lo hubiera pensado de Jason... no entiendo qué ha pasado. Creía que era feliz, ¿qué sentido tiene que pensara en casarse conmigo? No lo entiendo. No me quiere.

− ¿Y tú le quieres?

− Claro que le quiero. A pesar de todo... aunque me ha puesto muy fácil que tome una decisión al respecto.

Caminar JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora