Una semana después...
- Jack me ha dicho que ha quedado con Dan y Jeff dentro de un rato. Me ha preguntado si nos apuntamos a unas cervezas.
Vicky me hablaba desde la cocina, mientras se preparaba algo para cenar. Yo estaba en el escritorio, estudiando para un examen de la semana que viene.
No había hablado con Jeff desde la comida desastrosa. Él no se había intentado comunicar conmigo y yo tampoco. A Jack lo veía continuamente por la universidad, solíamos salir los tres.
- Voy a decírselo a Michelle también. Así descansamos un poco del trabajo y alimentamos nuestra vida social.
- No me vengas con chorradas de desconectar ni de vidas sociales, tú lo que quieres es ver a Jack. - Le solté. A ella se le iluminó la cara y me sacó la lengua.
- Sí bueno, eso también. - Puse los ojos en blanco. - Así que, ¿te apuntas?
- No puedo, tengo que estudiar. Este fin de semana trabajo. - Me miró, enfadada.
- ¡Venga ya! Solo será un ratito, puedes irte cuando quieras. Trabajas demasiado... - La corté antes de que siguiera con su discurso.
- Déjalo Vicky, no voy a venir. Michelle seguro que viene, le va a ir bien salir y dejar de pensar en Jason. Pasadlo bien.
No insistió. Y yo no dije nada más. Estaba concentrada en mi resumen del tema cuando se acercó.
- Haz lo que quieras pero te resultaría más fácil tratar con normalidad a Jeff estando todos que si te lo encuentras a solas. ¿O me equivoco? Quedasteis los dos solos, no funcionó. ¿Y qué? Podéis llevaros bien igualmente, no hace falta que seáis íntimos.
- Ya lo sé Vicky. No tiene nada que ver con él, en serio.
Suspiré mientras ella salía por la puerta principal. No pensaba ir y no, no era por él.
Me levanté para hacer un pequeño descanso cuando me llamó Lily. Me dijo que fuera a dormir el viernes a su casa y que el sábado vendría John a cenar. Accedí a ir, necesitaba escuchar la versión de mi padre.
Colgué la llamada. Tenía varias notificaciones de facebook y un mensaje. Vicky acababa de colgar una fotografía de los cinco en el Spero, tomándose una copa. Me dio envidia ver que se llevaban tan bien. Se veían felices. Incluso Michelle tenía una sonrisa radiante. Quité enseguida la imagen y abrí el mensaje que acababa de llegarme de un número desconocido.
Hola muñeca. Necesito esa cita para el sábado. Pasaré a buscarte. Ponte guapa, Vicky ya te dirá lo que necesito que lleves.
¿Muñeca?¿Qué demonios significaba esto? Seguro que era ese tal Bryce. ¿Vicky ya dirá qué necesito que lleves? ¿Qué?
- ¡¡Vicky!! - después de gritar con todas mis fuerzas, recordé que no estaba en casa.
Todo esto no me gustaba un pelo. Iba a decirle que no podía salir el sábado, cuando recibí otro mensaje.
Prepárate algun baile sexy por si acaso. ;)
¿Qué? Pero... ¿qué? ¿Quién se creía que era? Menudo imbécil. ¿Qué me pasaba a mí con los tíos? Ah no, es verdad, no quiero salir con éste. Alucino. ¿También le decía estas cosas a Vicky? No sé como lo aguantaba.
En un ataque de rabia e indignación, me sorprendí a mí misma cogiendo la puerta y saliendo de casa a por Vicky. Además, tenía razón con lo que se refería a Jeff. En grupo, nuestra relación volvería a su cauce.
Cuando llegué al Spero, Vicky no estaba. Casi me coge un ataque. Me acerqué:
- ¿ Dónde está Vicky?
- Eh fiera, relájate. ¿Qué ha pasado? ¿Has vuelto a quedarte empapada? No te preocupes, tienes aquí un colega que vendrá a salvarte. - Me contestó Dan, mientras le tocaba el hombro a Jeff.

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Caminar Juntos
Roman d'amourGina se ha enfrentado al mayor reto de su vida: la muerte de su madre. No le ha quedado más que sobrevivir. En su ciudad solo encuentra los fantasmas de su vida con su madre. No tiene nada. Decide mudarse y recomenzar para que su tristeza no la hu...