33. Mi beso

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Era Tom, el tipo de la partida de póker. El que lucía un traje carísimo y participaba solo por aburrimiento. Porque desde luego, de dinero tenía de sobras. Se levantó y se acercó a nosotros. Dejando a Jeremy y a su madre perplejos. Jeff se puso tenso a mi lado y se cruzó de brazos.

- A ti te recuerdo. - Dijo apuntándome con el dedo. -¿Ya sabes lo que haces chaval? - Añadió mirando a Jeff. Me estremecí.

- ¿Qué quieres decir?

- Cada vez que veo a esta chica está con un hombre distinto. - Mis orejas se tiñeron de rojo por la ira y la vergüenza. Esperaba que Jeff no hiciera caso de eso.

- ¿Qué es lo que ocurre aquí? Oh, hola Gina. - Saludó Jeremy, tan educado como siempre. Él y Susan, la madre de Jeff, ya se habían acercado alterados por nuestra conversación.

- Nada, solo saludaba a los chicos.

Me sentía violentada e incómoda. Me arrepentía de haber ido ahí. Tendría que haber cogido las llaves del coche a la primera oportunidad.

- Ella ya se iba. - Salió en mi defensa Jeff y me cogió del hombro para enfatizar la acción. Jeremy se disculpaba con la mirada y Susan me analizó de arriba a abajo.

- ¿Tan rápido? Si ni siquiera me la has presentado. ¿Quién es?

- Se llama Gina y debe irse.

- Ya veo, ¿otro de tus rollos, verdad? - ¿Otro de sus rollos? No me miró con malicia ni menosprecio. ¿Era buena señal? - Es guapa.

- Susan, deja a los chicos. Jeff vete tú también y acompaña a tu hermana a la escuela.

Aunque no creo que Jeff le escuchara, tenía todo el cuerpo en tensión. No sabía qué estaba pensando pero las palabras de su madre resonaban en mi cabeza una y otra vez.

Al final, parece que reaccionó y salió de la habitación en busca de su hermana. Sus padres se despidieron de mí; su madre con una sonrisa y ojos curiosos.

Me quedé sola un momento, escuchaba a Jeff hablándole a su hermana. Estaba revisando el correo en mi teléfono cuando me susurraron en la oreja:

- Hay alguien que todavía está muy interesado en tu teléfono. Espero que no le digas nada a tu rollete de dónde nos conocimos. Excepto si quieres que Cam tenga tu número, claro. - Me estremecí.


     *    *    *    *    *


Jeff no había parado de hablar con Olivia durante todo el trayecto y yo miraba por la ventanilla. Cuando dejamos a Ollie y cogimos la carretera principal a Tasle, reinó un profundo silencio. Un silencio lleno de miedos y de palabras no dichas.

- Siento que al final tengas que llegar tarde a clase. Tendría que haber cogido mi coche anoche.

- No importa, te lo he dicho antes.

No añadió nada más y yo no tuve fuerzas para hablar. Me dolía todo: las palabras de su madre, la amenaza de Tom, el silencio de Jeff, mi incapacidad para defenderme... Quería hablar con mi madre y explicárselo todo pero no podía. Se empezó a formar un nudo en mi garganta. No, por favor... ahora no. No quiero ponerme a llorar frente a él. ¿Así era cómo empezábamos la relación? ¿Distanciándonos? Tenía que decirle algo, no quería irme a clase así.

- Jeff conocí a ese hombre cuando trabajaba en el restaurante de Elliot. - No quería empezar con una mentira pero la verdad me asustaba demasiado. Solo era un pequeño detalle, ¿no? - No es verdad que siempre me veía con un chico distinto. Lo ha dicho solo para hacerte enfadar. - Le miré mientras conducía, rogando que confiara en mí.

Caminar JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora