Hola precios@s!! Antes de nada, perdonad porque he estado mucho tiempo sin actualizar. Se han sumado muchas cosas... pero no quiero aburriros con excusas. Os he preparado un capitulo largo... para compensar. De ahora hasta verano las publicaciones serán siendo irregulares, lo siento pero no tengo tiempo. ¡Nada más! ¡A disfrutar y espero conocer vuestras opiniones! 😘😘😘
- ¡¡¡Es de mi padre!!! - Me gritó Jeff, nada más descolgarle. Eufórico de alegría.
- ¿Es de tu padre?
- Si, Olivia es de mi padre. Aún así, mi madre quiere la custodia compartida. Pero dadas las circunstancias, no sé si va a conseguirlo. Tendrías que haber visto al novio ése de mi madre. No entiendo qué es lo que hace con él. Me da la sensación de que simplemente va dando tumbos por la vida. ¿En qué piensa? ¿Acaso cree de verdad que tiene derecho a aparecer y desaparecer de la vida de Olivia? Así, como si nada.
- Jeff es vuestra madre. Se ha equivocado y desea reparar el mal que ha hecho.
- Puede intentarlo con Olivia, conmigo es demasiado tarde. Tengo que dejarte. ¿Cenas conmigo esta noche?
- Claro. - Dije mordiéndome las uñas, nerviosa.
- Te paso a recoger a las ocho en tu piso.
- Te veo luego.
Hacía dos días que nos habíamos besado. Todavía no se lo había dicho a nadie; intentando asimilar qué significaba aquel beso. Hablábamos más y acababa de invitarme a cenar. Eso era algo, ¿no?
Esa noche había dormido en el piso y no había encontrado a Vicky. Quería hablar con ella para solucionar las cosas pero no parecía muy dispuesta.
No vino a clase tampoco y no me topé con Jack. Me parecía extraño y me embargó la extraña necesidad de ir a buscarla. Le pedí a Bianca que me cogiera apuntes, me debía unos cuantos favores, y me fui corriendo al apartamento.
Llamé a Jack por el camino pero no descolgó el teléfono. Entré corriendo al portal. Todas mis cosas estaban apiladas frente a la puerta del apartamento. Era un caos. La sangre empezó a subirme hasta las orejas. Aparté los bártulos como pude hasta poder meter la llave por la cerradura. La sorpresa fue ver que no encajaba. Creo que grité de pura rabia. Sentía el palpitar de mi corazón en cada célula de mi cuerpo. ¿De qué iba echándome así?
Aporré la puerta con todas mis fuerzas mientras gritaba su nombre. Se estremecieron los cimientos de mi edificio con los bramidos. La vecina de enfrente, una abuelita entrañable, se asomó por la puerta. Me miró negando con la cabeza pero yo no dejaba de golpear y chillar, hasta que se abrió la puerta.
- ¡Oh, pero si eres tú! - me quedé pasmada al ver a Bryce. - ¿Se te ha comido la lengua el gato bonita?
- Apártate. - Le dije mientras ponía una mano en su pecho para que me dejara pasar. - Tengo que hablar con Vicky. - Me puso una mano alrededor del brazo, evitando así que pudiera empujar. Sonrió, con aires de superioridad, con esa mueca en el rostro que te entran ganas de borrársela de golpe. Me atrajo hacia él en un movimiento brusco y me susurró, mientras yo me removía para liberarme;
- Creo que el mensaje está muy claro Gina. Coge tus mierdas y lárgate de aquí. Se te ha acabado tu oportunidad.
Tiré de mi brazo con fuerza, liberándome por fin y le hice frente.
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Caminar Juntos
RomanceGina se ha enfrentado al mayor reto de su vida: la muerte de su madre. No le ha quedado más que sobrevivir. En su ciudad solo encuentra los fantasmas de su vida con su madre. No tiene nada. Decide mudarse y recomenzar para que su tristeza no la hu...