Me desperté pronto para practicar. Tenía reservada una sala a la que podía ir siempre que quisiera. Cam seguía durmiendo a mi lado. Le había escuchado entrar sobre las tres, borracho. Había chocado con una mesilla que había en la habitación y había soltado algunos tacos que me habían despertado pero me hice la dormida. Le escuché ir al baño y se tiró en el colchón a mi lado.
Todavía no había nadie a esa hora, solo gente del servicio. Cogí algo para desayunar del restaurante y me dirigí a la sala. Me había llevado unos cascos sin cables para no molestar si tenía que compartir la sala con más gente. Cuando llevaba una hora, entró otra chica. Hablé un rato con ella pero no bailamos juntas, teníamos estilos diferentes. Salí dos horas después, chorreando sudor. Al lado de la sala había un gimnasio. Justo cuando pasaba por ahí, me crucé con el hermano de Cam. Le sonreí e intenté pasar de largo pero él empezó a hablarme.
- Me sorprendió ayer que Cam se tomara unas copas y tú no le acompañaras. - Iba con una toalla alrededor de sus hombros y me sorprendió su figura ejercitada. Se parecía a su hermano.
- Estaba muy cansada.
- Entonces mi hermano es más estúpido de lo que pensaba. - Fruncí el ceño.
- ¿Por qué? - Él negó con la cabeza y lo dejé estar. Pensé en decir alguna palabra para despedirme pero volvió a avanzarse.
- ¿Estabas practicando?
- Así es. Debo mantenerme al día.
- ¿No valen ni unas pequeñas vacaciones?
- No, igual que tú no haces vacaciones de gimnasio. - Él sonrió.
- Es más placer que obligación.
- Lo mismo digo.
- Por supuesto.
- En fin, debería ir a ducharme. - Él asintió y yo me quedé indecisa, sin saber más que decir. - Nos vemos más tarde.
- Hasta luego.
Regresé al camarote y gracias a Dios, Cam ya no estaba allí. Pude ducharme tranquilamente. Cogí el bañador, me puse crema solar y cogí el libro que me estaba leyendo. Katy me esperaba en media hora pero decidí ir antes. La piscina estaba abarrotada de gente pero pude encontrar una tumbona vacía. Me tumbé y empecé a leer. Me pareció que no habían pasado ni cinco minutos cuando escuché mi nombre. Cam me estaba ofreciendo un refresco.
- ¿Hace rato que estás aquí? Acabo de verte. - Dijo mientras me lo daba.
- No mucho. No te había visto.
- Lo dices como si me hubieras venido a saludar de haberme visto.
- Por supuesto que hubiese venido. - Dije lo más seria que pude.
- Muy graciosa.
- Había quedado con tu hermana, ¿la has visto?
- No. - Él también iba con bañador, deseé no haberme quitado el vestido playero que llevaba pero ya era demasiado tarde para arrepentirme.
- ¿Qué es esto? - Pregunté mirando mi bebida.
- Malibú y piña, he pensado que no querrías nada más fuerte.
- Has pensado bien. ¿Qué estás tomando tú?
- Algo más fuerte. - Asentí mientras él se tumbaba a mi lado sin contestarme.
- Pensaba que ya habías tenido suficiente ayer. - Se echó a reír.
- ¿Te desperté? Lo lamento. - Dijo con socarronería. - La verdad es que no recuerdo volver al camarote.
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Caminar Juntos
RomanceGina se ha enfrentado al mayor reto de su vida: la muerte de su madre. No le ha quedado más que sobrevivir. En su ciudad solo encuentra los fantasmas de su vida con su madre. No tiene nada. Decide mudarse y recomenzar para que su tristeza no la hu...