Caminar Juntos

Capítulo 21

Llegaba a casa, después del encuentro más raro y menos deseado del mundo. Antes de conducir a Seur, me había ido a la playa a pasear para tranquilizarme y ordenar mis ideas. Tampoco me sorprendió mucho encontrarme a Jeff delante de mi casa, esperándome.

- Tenemos que hablar. - Asentí y empezamos a andar hacia la zona boscosa donde siempre íbamos cuando estábamos juntos.

- Sé cómo supieron el estado médico de Michelle.

- ¿Cómo... ? - Le pregunté, sorprendida.

- Fue Tom. Supe que conocía a Bryce y he unido los puntos. No he podido evitar dejarle un ojo morado. Ahora ya sí que, definitivamente, mi relación con mi madre está muerta.

- Nunca lo había pensado. - Suspiré. - Quiero decir, la relación con Tom...

- No debiste ir a esa maldita partida. Y si no hubieses ido ese día a mi casa tampoco habría pasado nada, ¡joder! Porque no hubiesen sabido nada. - Suspiré.

- Ahora ya no importa Jeff, déjalo. - Se puso las manos en la cabeza.

- No puedo evitar pensar que si me lo hubieras dicho las cosas entre nosotros habrían sido diferentes.

-  Jeff no es verdad. ¿Qué habría pasado? ¿Habrías accedido a que fuera o a qué no fuera? ¿con el riesgo de perder a Michelle? Era peor para ti saberlo, fuera cuál fuera el escenario. - Él negaba con la cabeza.

- ¿Me dejaste por eso? ¿Seguías queriéndome? Pensaba que estabas tan enfadada conmigo por todo lo que le había pasado a Michelle que no podías ni estar conmigo.

- Nunca te he culpado por lo que pasó. - Añadí, frustrada. - Siento mucho que te sintieras así. - Se acercó a mí y me cogió de la mandíbula.

- ¿Seguías queriéndome? - Mi corazón empezó a martillar fuerte en mi pecho.

- Jeff no me parecía bien... - Me interrumpió y me cogió de la mandíbula, fuerte, para que le mirara a los ojos.

- Contéstame.

- Sí.

- ¿Y ahora? - Me preguntó.

Solo podía mirarle, sin saber qué decir ni cómo habíamos llegado al punto de hablar de nosotros. De volver en el momento donde todo se torció con él. Siguió observándome. ¿Y él me quería? Debió ver algo en mis ojos porque fue acercándose a mí y bajó su mirada a mis labios. No podía moverme, pero se me cerraron los ojos y sentí sus labios sobre los míos. Me besó suavemente, fue apenas una caricia. Se separó de mí y abrí los ojos. Seguía mirándome con mil emociones en su cara; desesperación, rabia, deseo... era difícil poder saber qué pensaba. Su tacto era muy familiar. Le había echado de menos. Puso su mano detrás de mi cuello para acercarme a él y me besó. Esta vez con pasión y rodeó mi cintura con el otro brazo. Yo rodeé su cuello con ambos brazos y me dejé llevar. Poco a poco, se separó de mí.

-  Lo siento. Es solo que... te he echado de menos... y saber que pude haberlo evitado. - Dijo mientras intentábamos controlar nuestras respiraciones.

Nos quedamos en silencio. Al inicio fue algo incómodo pero después,  era un silencio de esos en los que asimilas lo que va pasando. Un silencio reparador.

- Necesito saber qué pasó. - Me quedé mirándolo, seria. - Por favor. - Me dijo con voz torturada. - Me está matando no saber qué te hizo e imaginar mil escenarios diferentes, cada uno peor que el anterior.

- No creo... nunca quise que supieras todo esto Jeff, ¿lo sabes verdad? - Suspiró.

- Tú elegiste, sin embargo a mí no me dejaste ninguna opción. Ni siquiera por lo que hacía referencia a nosotros. Decidiste por mí, decidiste dejarlo. Tu secreto fue más importante que lo nuestro.