Al salir de la cafetería empecé a temblar. No sé cuanto tiempo llevaba sin dormir. La calma que había sentido con Jeff parecía tan lejana... Necesitaba que me dijeran que Michelle estaba despierta. Rezaba para que fuera así.
Pero la realidad volvió a golpearme. John y la abuela seguían en la sala de espera. Les habían dejado entrar a la habitación. Lily se desahogó conmigo y me explicó cómo su niña estaba toda llena de tubos. Me destrozó verla así. Miré a papá para que me dijera si había algún cambio con respecto a la operación pero negó con la cabeza. No teníamos nada.
- ¿Has podido dormir?
- He descansado un poco, sí. - Le mentí.
- No lo parece. - Me encogí de hombros.
Me quedé un rato con ellos pero no soportaba estar ahí. Necesitaba ver a Jeff y que me dijera que todo iba a salir bien; como me prometió cuando salimos del coche. Corrí por las escaleras, desesperada por agarrarme a una esperanza. Entré en su habitación y allí continuaba Jeremy, velando el sueño de su hijo. Algo se rompió dentro de mí cuando vi que todavía no había despertado. Saludé a Jeremy y le pregunté si necesitaba ausentarse.
- ¿Puedes quedarte cinco minutos? ¿Seguro que estás bien? - Me miró con el ceño fruncido. - Necesitas descansar también.
- No voy a poder, necesito saber que Michelle está bien. - Jeremy me miró con compasión. - ¿Sabes algo más de Dan?
- Le han operado de la pierna, sin complicaciones. Aún no lo han subido a la habitación pero no creo que tarden mucho. Seguramente deben esperar a que se despierte de la anestesia.
Asentí y Jeremy salió de la habitación. Me acerqué más a Jeff, cogiéndole la mano. Tenía ganas de explicárselo todo pero me daba demasiado miedo que me escuchara. Puse mi cabeza al lado de la suya y aspiré su aroma. Si todo salía mal, sabía que le perdería. Y eso me desgarraba el corazón. Las lágrimas corrían por mi cara.
- Te echo de menos. No puedo creerme que hace apenas una horas estábamos todos perfectamente felices. Ahora se ha torcido todo. - Las lágrimas se acumulaban otra vez en mis ojos. - Te necesito. Si te hubiese pasado algo a ti también...
Iba a robarle un beso pero cuando estaba prácticamente rozando sus labios, me detuve. Cerré lo ojos. No podía hacerlo, no cuando quizás iba a traicionarlo de ese modo.
Jeremy llegó en ese momento y lo agradecí. No podía quedarme ahí más tiempo. Necesitaba saber si habían observado alguna mejora en Michelle.
Lily y John no estaban. Se habrían ido a casa. Estaban Elliot y Kristine, no llevaban al bebé. Me senté con ellos. Elliot estaba inusualmente callado y Kristine tenía los ojos rojos. Se cogían de la mano y Kristine apretó la mía.
John volvió en media hora. Nos explicó que tuvieron que darles un calmante a Diana y a Lily. Empecé a llorar desconsoladamente cuando lo escuché, John me abrazó e intentó calmarme. Nadie me invitó a entrar en la habitación. Creo que tampoco lo hubiese soportado.
Seguía en los brazos de John y escuché toda su conversación con Elliot. Habían pedido dinero a amigos pero lo que les daban no era suficiente. Una vocecita me dijo que nunca sería bastante.
El tiempo pasaba lento. No quería que avanzara pero a la vez deseaba que todo esto terminara. Me iba poniendo más nerviosa a medida que pasaban las horas. Michelle no parecía reaccionar. La operación tampoco garantizaba nada pero era la única vía.
Me armé de valor y entré en esa habitación. Me daba miedo pero necesitaba verla para tomar una decisión. Michelle yacía en su cama, rodeada de tubos. La vi tan frágil... parecía dormida pero sabía que dentro de esa cabecita se escondía una guerra para la supervivencia.

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Caminar Juntos
RomanceGina se ha enfrentado al mayor reto de su vida: la muerte de su madre. No le ha quedado más que sobrevivir. En su ciudad solo encuentra los fantasmas de su vida con su madre. No tiene nada. Decide mudarse y recomenzar para que su tristeza no la hu...