Conseguí volver a dormirme. Un par de horas después me levanté. En el baño contemplé mi reflejo; todavía tenía los ojos hinchados. Me lavé la cara con agua fría para despejarme. Bajé las escaleras. Todo estaba muy silencioso. Sentado en el sofá, estaba Jeff tecleando en su ordenador. Al verme, levantó la cabeza.
- ¡Buenos días! ¿Te encuentras mejor? - Asentí con la cabeza.
- ¿Dónde están los demás?
- Se han ido a dar una vuelta. Les he dicho que saldríamos en cuanto te despertaras. Ya sabes, les toca a ellos hacer la comida.
Le sonreí y fui a la cocina a prepararme algo para desayunar. Estaba hambrienta. Cogí un bol con cereales y me senté a su lado.
- ¿Qué haces?
- Estaba retocando un trabajo.
Seguí comiendo mientras él trabajaba. Terminé y me quedé allí a su lado. Disfrutando del descanso. Él apartó el ordenador y se abalanzó sobre mí para darme un beso.
- Ponte unos zapatos cómodos y vayámonos. También el bañador, voy a llevarte a un sitio que te encantará.
Me guió a un lago precioso y como hacía sol, pudimos bañarnos. No sé que nos pasaba pero no dejábamos de reír. El agua fría nos sentó bien pero ambos salimos tiritando. Llegamos a casa medio mojados. Jeff me prestó el secador. Mientras comíamos, Michelle me preguntó si me encontraba bien. Creo que todavía tenía los ojos hinchados y ella me conocía demasiado.
Me sorprendió que Michelle y Dan no estuvieran peleándose. Jeff me hizo una señal para comunicarme que quería decirme algo después. Le miré confusa. Habíamos estado toda la mañana juntos, ¿qué podía decirme? Me guiñó un ojo.
- Gina y yo subimos arriba a descansar un poco. Estaba riquísimo, por cierto.
Le miré perpleja. No me importaba subir con él pero no tenía ganas de descansar. No se esperó a que me levantara y me cogió de la mano.
- ¿Qué haces? - Le pregunté mientras me arrastraba por las escaleras.
- Antes de que llegaras a la mesa, les he pillado en medio de una conversación muy íntima. Vamos a dejarles espacio.
- Lo teníais muy planeado todo, ¿no es cierto? - Él me sonrió.
- Tampoco podemos quejarnos nosotros, ¿no crees? Más tiempo a solas.
- Me parece una excusa perfecta.
- ¿Quieres descansar? Podemos salir si lo prefieres.
- No, así está perfecto.
Al final nos sentamos en su cama y pusimos una película. A ratos nos besábamos y a ratos escuchábamos. Me dio tiempo de echar una cabezadita también. Oímos unos pasos. Iba a ponerme más erguida pero Jeff me mantuvo en sus brazos.
- ¡Voy a entrar! No quiero ver ninguna escena fuerte. - Puse los ojos en blanco.
- ¿Qué quieres tío? - Le preguntó Jeff incluso antes de que abriera la puerta.
- Es tarde. Hemos empezado a recoger para irnos. ¿Nos echáis un cable? - Hice una mueca, no quería irme.
- Tienes razón, hay que moverse ya. Ahora bajamos. - Le contestó Jeff.
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Caminar Juntos
Roman d'amourGina se ha enfrentado al mayor reto de su vida: la muerte de su madre. No le ha quedado más que sobrevivir. En su ciudad solo encuentra los fantasmas de su vida con su madre. No tiene nada. Decide mudarse y recomenzar para que su tristeza no la hu...