Caminar Juntos

Capítulo 20

Era raro volver a andar por Sale tranquilamente con Jack y ahora también con Valeria. El último mes había sido intenso y la compañía seguía consumiendo casi todo mi tiempo con las giras. Ellos estaban en modo "in love". Después de la boda de Michelle y Dan no habían tardado en empezar a salir juntos. Jack se había atrevido a dar el paso el día siguiente después de darse cuenta de que no podía parar de pensar en ella. Y por supuesto, Valeria ya estaba colada por él. Se veían casi cada día, había hablado mucho con ambos. Sobre todo con Jack porque el hermanito de Valeria seguía grave y me pedía constantemente consejo sobre cómo actuar con ella, como si yo supiera qué debía hacer... la mayoría de veces solo lo escuchaba. Para Valeria, estar con Jack era una válvula de escape. No importaba mucho qué hacían y a él se le daba bien distraerla e incluso sacarle alguna sonrisa. Me admiraba verlos así. Y Valeria le estaba dando un ejemplo brutal a Jack sobre fortaleza. Ese mismo semestre acababa la carrera, ya por fin. Creo que nunca hasta ahora se había dado cuenta de la importancia de aprovechar las oportunidades que te brinda la vida, las que cada uno tenga.

- ¡Me alegro tanto de que estés aquí Gina, te hemos echado de menos! ¿Te dije que pudimos verte por la televisión cuando estuviste en París? Lo disfrutamos muchísimo... - aunque de repente su rostro volvió a esa máscara impenetrable que me recordó al día que la conocí, en el hospital. - hasta que mi hermano empezó a vomitar. - Acabó la frase en un susurro.

- Lo siento Valeria. - Ella asintió con la cabeza y Jack la rodeó por la cintura para acercarla a su cuerpo. De repente, volvió a reponerse y se asomó una sonrisa en sus labios.

- ¿Esos no son Dan, Michelle y Jeff? - Me giré de golpe y seguí su mirada. Y así era, en segundos nos los cruzaríamos y mi corazón empezó a dispararse.

Jack les saludó primero y vi como ellos le devolvían el saludo. Noté un sudor frío resbalarse por mi cuello. No estaba segura de querer estar con todos ellos a la vez y tampoco sabía si podría controlar los nervios. Valeria, tan intuitiva como Jack me miró de reojo, yo solo le respondí con una mirada como que todo iba bien pero no sé si se lo llegó a tragar. Sin embargo, me equivocaba al pensar que mis nervios eran lo peor de la situación. Vi perfectamente como Dan empezaba a tensarse al verme. Era más que evidente que no le gustaba guardar el secreto.

- ¿Cómo estáis? - Nos saludó Michelle. - Gina, la abuela me ha dicho que estabas por aquí. ¡Te podrías haber pasado por casa! No necesitas una invitación formal para venir, ¡ya lo sabes! - Dan no me quitaba la mirada de encima.

- Lo sé, es solo que...

- ¡Oh vamos! A la próxima tienes que venir...

- Lo siento, tienes razón yo... - Volvió a interrumpirme.

- ¿Os parece si nos vamos todos a tomar algo? Con los trabajos y todo, hace mucho que no nos vemos.

- Cariño, ellos quizás iban a algún sitio... - Añadió Dan. Michelle nos miró interrogante pero los tres del primer grupo nos quedamos mudos.

- ¡Eso es un no! Vámonos. - Jeff todavía no había abierto la boca pero tampoco hizo nada para disuadirla y hacerla cambiar de opinión.

Nos sentamos los seis en una mesa del bar al que siempre habían ido Jack y Michelle antes de conocernos. Al poco, Valeria se excusó porque tenía que irse a su casa y Jack hizo ademán de levantarse.

- No, quédate con ellos. Te llamo en un rato, ¿vale? -Le dijo ella mirándolo fijamente a los ojos. Jack accedió y Valeria le dio un beso de despedida.

- ¿Cómo está su hermano? - Preguntó Michelle una vez Valeria había salido del local.

- Se está muriendo, hay días que parece que no aguantará la noche y otros que parece que podrá vivir un poco más. Pero puede ser en cualquier momento... - añadió tragando saliva. Se hizo un silencio en la mesa.