5. Cenas

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Ese fin de semana, Vicky se fue a ver a sus padres. Hoy viernes ya no se había quedado para ir a clase.Hacía unos días que la veía mejor, más tranquila.

Mientras me cepillaba los dientes, escuché el claxon de un coche. Jack seguía yendo a la universidad en coche, a pesar de que la tenía al lado. Algunas veces, como hoy, pasaba a buscarme.

−    ¿Qué haces despierto un viernes a estas horas, Jack? - le dije mientras abría la puerta.

−    ¿Sorprendida? Yo me tomo las cosas en serio, nena. - me puse a reír ante su ocurrencia.  Alcé la ceja, esperando que continuara. - Tengo que hacer un trabajo y debo causar buena impresión a los demás. Sino ya me veo cateando otra vez la dichosa asignatura.

Suspiré. No logro entender porque retrasar tanto lo inevitable, cuanto antes se saque el graduado, mejor.

−    Esta noche vamos a cenar con el grupo y luego seguramente saldremos a tomar unas copas. ¿Te apuntas? - mientras me lo dijo, no me miraba a la cara, sino que estaba pendiente de aparcar el coche.

−    Trabajo esta noche y mañana.

−    ¿Por la noche?¿Bailas en algún sitio?

−    No, estaré en el restaurante.

−    ¿No te basta trabajar en la academia prácticamente todos los días?

−    No trabajo tanto como dices. Voy a trabajar todos los viernes y sábados, Jack. Además si algún día no pudiera, se lo diría.

−    Es solo que me da rabia que te pierdas el fin de semana y encima no descanses. - dijo. Se esperó a que yo añadiera algo pero no dije nada. Estaba entreteniéndome enrollando mi cabello negro en un dedo. - Así que... si no te veo hoy en la cena, al menos deja que te invite a cenar el domingo. - Ahora fue él el que pareció incómodo.

−    ¿Estás de broma?  Nos vemos prácticamente cada día, te vas a aburrir de mí.

− Por qué piensas que estoy de broma? - dijo alzando las cejas.- Eso es un no? - me contesta poniendo su mejor cara de póker.

−    Vamos a llegar tarde. - Intento escaparme a la vez que pienso qué contestarle. Es cierto que ya le conozco de hace un par de meses y he notado que le gusto, solo un poco. Pero... todavía no estaba preparada para que me pidiera de quedar a solas.

−    Está bien. Vamos. - Me sorprende gratamente cuando no intenta presionarme para que acceda. Suspiro por dentro y le devuelvo una sonrisa. Me sorprende otra vez, respondiendo con una sonrisa, nada forzada. Debo admitir que eso le añade atractivo, dejarme un tiempo. Es genial.

****

El viernes por la noche fue criminal, como cada viernes, pero encima éste Christine no estaba. Estaba otra chica que no me caía bien.

Había reservada una mesa para diez que estaba compuesta por: Jack, Michelle, Jason, Maggie y varios más. La sorpresa hizo la noche algo más llevadera. Michelle se acercó a la cocina para saludar a su tío y preguntarle por el niño mientras yo les servía las cervezas.

−    No te lo tomes mal Gina, no queremos estar aquí pasándonoslo en grande mientras tu trabajas. Pero Jack lo propuso y Michelle añadió que su tío hace las mejores bravas del país.

Luego, siguió Jason en voz más baja.

- Seguramente no es verdad, pero para eso está la familia. - me dijo mientras me guiñaba un ojo y Michelle le daba un codazo cariñoso.

Yo me eché a reír y les recomendé lo mejor de la casa. No pude sentarme ni cinco minutos con ellos porque el restaurante estaba  abarrotado de gente.

Caminar JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora