8 meses después...
- ¡¡Gina!! - Acababa de entrar por la puerta de casa de Lily y solo escuchaba los gritos de Michelle y los suyos. Mi padre estaba a mi lado, sonriendo. - ¡No me puedo creer que estés aquí! - dijo mientras me daba un fuerte abrazo.
Lily saludó a mi padre mientras duraba nuestro abrazo. Hacía unos ocho meses que no las veía. Después del viaje, John y yo fuimos a ver a la familia pero estuvimos solo un par de días. Michelle estaba mucho mejor que la última vez que la había visto. Sus pasos eran más seguros y no sé cansaba con tanta rapidez. Seguía en rehabilitación por un brazo y había perdido adición de una oreja como consecuencia de la operación. Pero nada más y con su actitud optimista, estas pequeñas alteraciones era como si no existiesen.
Me sentía culpable por no haberla visitado más pero hablábamos mucho. La verdad es que no había tenido tiempo tampoco. Decidí asistir a la entrevista de Walda y me cogieron. Increíble pero cierto, llevaba los últimos siete meses entrenando con el grupo para estar preparados para los estrenos.
Abracé a Lily con fuerza, la había echado mucho de menos. Nos sentamos los cuatro y conversamos, disfrutando de vernos. A mi padre tampoco lo había visto mucho, dedicaba muchas horas a practicar e incluso había estado semanas fuera de la ciudad.
- Bueno cariño, ya es hora de que les digas la noticia, ¿no? Son los únicos que faltan. - Dijo Lily en un momento de silencio, refiriéndose a Michelle.
A ella se le iluminó la cara de golpe y se puso algo roja. ¿Qué noticia? Mi corazón empezó a bombear fuerte, anticipándose. ¿Parecía algo bueno, no? Por favor.
- Voy a casarme. - Nos dijo mientras nos enseñaba su dedo.
Me quedé mirándola sin creérmelo, ¡se había prometido con Dan! Creo que estaba en shock. No me imaginaba a Dan comprometido, a Michelle sí pero él... mi padre estaba felicitándola cuando al fin reaccioné.
- ¡Dios mío Michelle! ¡¿Cómo he podido no darme cuenta?! - La abracé fuerte. - ¡Felicidades! ¡Estoy tan contenta por ti! ¡No me lo puedo creer!
- ¡Yo tampoco!
- ¡Déjame ver el anillo! - Le cogí la mano. - ¡Es precioso! ¿Cuéntamelo todo! ¿Cuándo? ¿Cómo?
Nos pusimos a saltar y a gritar como dos niñas, hasta que Lily y mi padre nos echaron del salón.
- Fue hace un par de semanas, ¡mañana haremos una merienda en mi casa para celebrarlo! ¡Estoy tan contenta!Vendrán sus padres, algunos familiares y amigos. Todos lo saben ya, pero lo haremos oficial!
- ¡¡Me alegro de haber venido y de no perdérmelo!!
- Si al final no hubieses podido venir, te hubiese llamado. Pero no sería lo mismo sin ti ni sin tu padre. - La abracé con fuerza.
- Bueno, dejémonos chorradas. ¿Cómo te lo pidió?
- No fue nada super espectacular pero fue tan especial... - Suspiró. - Habíamos quedado que vendría a recogerme al acabar rehabilitación. Por cierto, a él ya le han dado el alta de la pierna. - Me tumbé en la cama de mi habitación de casa de Lily y ella se sentó en una silla.- Me llevó a cenar y yo lo veía muy reflexivo, ya sabes que eso es raro en él. ¡No me lo esperaba para nada! Luego insistió en ir a tomar algo a nuestro bar de siempre, ya sabes y nos pusimos en la terraza que se ve toda la ciudad. Estaba todo oscuro, solo las luces daban un brillo a las casas y a las calles. Entonces empezó a hablarme que el accidente le había hecho darse cuenta que la vida es demasiado fugaz y que hay que aprovechar al máximo el tiempo que tenemos. Yo le miraba sin entender qué intentaba decirme. Me dijo: No quiero perder más el tiempo con estupideces, Michelle. Te quiero y quiero casarme contigo. Añadió mientras se arrodillaba a mi lado. Yo estaba en shock, no me lo esperaba y se me escaparon las lágrimas. ¡Pero obviamente le dije que sí! - Sonreímos.
- No puedo evitar pensar que hace un año y poco, tuviéramos una discusión parecida. - Se le borró la sonrisa de golpe. - ¿qué? Perdón Michelle, sé que ya pasó y no debí mencionarlo...
- No, no es eso. Vino a verme el otro día.
- ¿Jason?
- Sí, Jack me dijo que estuvo muy cerca cuando pasó el accidente.
- Es verdad. - Añadí.
- Fui a agradecerle que se preocupara por mí, de eso hace ya tiempo. Siempre ha sido muy amable conmigo. Vino a verme porque se enteró del compromiso.
- ¡¿Qué!! ¿Y qué te dijo? - Michelle se encogió de hombros.
- Que si era feliz con Dan y que sentía mucho cómo había acabado lo nuestro. - La miré con una sonrisa comprensiva. - La verdad es que fue un detalle, en ese momento me costó entender porque había ido todo tan mal con él. Pero luego recordé los últimos días de nuestras relación y a Dan y todo estuvo clarísimo. Estamos en buenos término y eso es lo que importa porque siempre formará parte de mi pasado.
- Me alegro.
- ¡Pero bueno! ¡Ahora cuéntame tú! Mi maravillosa prima, triunfadora bailarina. - Me eché a reír.
- Eso ya lo veremos.
- Ahora en serio, ¡cuéntame! ¿Cómo fue la entrevista? ¿Y el grupo? ¿Qué tal el coreógrafo? Quizás podrías bailarnos algo en la boda.
- Ni hablar, en la boda no. Pues la prueba fue dura pero afortunadamente la pasé. ¿Y tú cómo te encuentras? - Me puso mala cara.
- ¡No cambies de tema! Estoy bien, sigo yendo a rehabilitación pero estoy mucho mejor, son optimistas. ¿Entonces fue dura y qué más?
- Me aceptaron y he estado trabajando con el grupo muchísimo. Tenéis que venir a verme, os encantará. Sé que es algo temporal en mi vida pero... me hace feliz bailar.
- ¿Y cómo fue el viaje? John me dijo que estuviste con unos amigos de la infancia. - Me mordí la lengua.
- Sí, fue bien. Un poco raro por toda la situación...
Cam no había vuelto a contactar conmigo durante esos 7 meses, ni Katy ni Adam... afortunadamente. Había estado en una especie de burbuja con el baile.
- ¿Raro?
- No había vuelto desde que mamá murió. Fue raro. - Ella asintió con la cabeza. - Y nada más, mi vida no es tan interesante como la tuya. - Ella se encogió de hombros.
- ¿Y no hay ningún hombre por ahí? - Dijo moviendo las cejas y pensé en Jeff y en Cam.
- No. - Ella puso una mueca.
- ¿Nadie? No hay ningún chico en el baile que...
- No, Michelle. - Ella hizo una mueca. - ¿Qué ocurre?
- Tenía la esperanza que tuvieras algo con alguien, al final lo dejaste tú. - Respiré hondo, intentando prepararme para lo que venía. - Jeff está saliendo con alguien. - Intenté forzar una sonrisa, pero no pude.

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Caminar Juntos
RomanceGina se ha enfrentado al mayor reto de su vida: la muerte de su madre. No le ha quedado más que sobrevivir. En su ciudad solo encuentra los fantasmas de su vida con su madre. No tiene nada. Decide mudarse y recomenzar para que su tristeza no la hu...