Capítulo 5

21 3 2
                                    

Hablé con mi padre y luego me encerré para seguir practicando. Tenía puesta la alarma a las siete porque a veces se me iba el tiempo sin darme cuenta. Llegué a la habitación a las siete y diez, no había nadie, me dolía todo el cuerpo. Necesitaba una ducha fría urgentemente. Confiada, abrí la puerta del baño todavía con los cascos. Entonces vi que Cam estaba en la ducha.

- ¡Oh! Mierda, lo siento.

- Si no llevaras esas cosas en la oreja me habrías oído. - Dijo con un tono desagradable para seguir con uno más seductor. - No hay nada que no hayas visto antes, si te quieres quedar a darte una ducha conmigo, estás más que invitada.

- No, gracias. - Dije entre dientes mientras cerraba la puerta. Él no intentó tomarme el pelo esta vez.

Me tumbé en la cama mientras esperaba que acabara. Salió cinco minutos después cubierto con una toalla y con gotas recorriendo su pecho.

- ¿Qué has hecho hoy? - Me preguntó cuando salía.

- No te importa lo que hago durante el día. -Me miró con una sonrisa dibujada en los labios. - Quedamos en eso.

- Como quieras. No tienes que quedar con mi hermana tampoco.

- ¿Es inevitable, no? Es el papel que me has obligado a tomar.

- Parece que te llevas mejor con ellos que conmigo.

- Tú te has esforzado mucho en no llevarte bien conmigo.

Seguía sonriendo mientras decidía que ropa ponerse. Seguro que iba a desnudarse y vestirse delante de mí. Era el momento de entrar en la ducha. Puse música en mi móvil para no escucharle. Me permití mi tiempo para ver si él acababa rápido de arreglarse y me dejaba tranquila. A pesar de tomarme un tiempo, no funcionó. Estaba ahí cuando salía de la ducha.

- Vamos a irnos de copas después y si tenemos suerte echaremos una partida de póker. - Me dijo nada más salir, sin mirarme, ensimismado en su móvil. Asentí con la cabeza mientras escogía el vestido.

- ¿Quién es Walker? - Levantó la cabeza de golpe y me miró.

- ¿Quién te ha hablado de Walker? - Me preguntó serio.

- Tu hermano.

- ¿Entonces has estado con mi hermano?

- Sabes perfectamente que sí. Nos has visto en la piscina, ha venido justo cuando tú te has ido. - Dije cruzándome de brazos. Evitó mi acusación.

- ¿Qué más te ha dicho?

- Nada más. Quería decirme algo pero tu hermana ha insinuado que no lo hiciera.

- ¿Y no has preguntado?

- No. No me interesa tu vida, ¿vale? Tu hermana me cae bien, no quiero molestarla.

- Bien, pues no te metas.

- Demasiado tarde. Me has metido tú en esto.

- Sabes lo suficiente como para no meter la pata.

- Es decir, nada.

- ¿Ahora te preocupa quedar mal?

- No seré yo la que quede mal si descubren que no te conozco en absoluto.

- ¿Quieres conocerme? - Preguntó con las cejas alzadas y una sonrisa.

- Por supuesto que no. - Añadí mientras volvía a entrar en el baño para vestirme. Él siguió hablando.

- Vamos dime la verdad, ¿cuánto me odias? Del uno al diez. - No contesté. - No has odiado a nadie tanto como me has odiado a mí en toda tu vida y a la vez, no puedes odiarme porque sabes, muy en el fondo, que tu amiga estaría muerta si no fuera por mí. - No habló durante un momento pero después continuó. - Jugué otra partida con Bryce, me dijo que ella estaba recuperándose muy bien. - Salí del baño, ya vestida y a medio maquillar.

Caminar JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora