34. Billar

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El jueves quedé con Michelle. Hacía tiempo que no la veía. Estaba muy ocupada con el trabajo y tratando de olvidar a Jason.

Hablamos de cosas triviales al principio. En seguida surgió el tema de mi mudanza, la abuela se lo había dicho. ¿De dónde sacaba el tiempo para hablar con todo el mundo? Se lo había comentado a John incluso antes de que yo pudiera hacerlo. Sin embargo, le expliqué todo el lío con Vicky desde el principio. Ella solo negaba con la cabeza.

- Esta chica parece que tiene muchos problemas... Seguro que ese tipo el tal Bryce la está arrastrando.

- Si, yo pienso lo mismo.

No le había contado nada sobre las fotos, pero la influencia de Bryce se notaba igualmente. Vicky quería alejarse, lo intentó con todas sus fuerzas pero no ha sido suficiente. Decidí cambiar de tema y la miré sonriente.

- ¿Qué? - Preguntó ella sorbiendo su cerveza.

- Tengo una buena noticia.

- ¡Menos mal! Estoy harta de que todo sean malas noticias últimamente. Cuéntame.

- Prométeme que no vas a gritar.

- ¡Oh Dios mío! ¿voy a gritar? ¿tan buena noticia es?

- Para mí sí. - Le contesté sonrojándose.

- ¡Dispara!

- Estoy saliendo con Jeff.

- ¡¡¡Siiiiii!!! Lo sabía. - Gritó tanto que me dejó sorda. Obviamente todo el mundo se giró para mirarnos y yo solo quería desaparecer. Se puso medio a bailar en la silla; moviendo los brazos y la cadera de un lado a otro. Puse los ojos en blanco. - Ese día cuando me lo presentaste en el acto benéfico, no te quitaba sus ojitos de encima y tú intentabas disimular pero la química se notaba a leguas. - Sonreí. No iba a negarlo. - Me alegro tanto por vosotros. Os lo merecéis. ¿Tendré que aguantarlo mucho si quiero verte? Porque ya sabes que él me cae bien pero Dan es muy pesado. - Alcé los ojos al cielo.

- ¿Es pesado?

- Mucho, no me deja en paz.

- Y a ti te encanta que no te deje en paz. - Frunció el ceño.

- No es verdad.

- Confiésalo ahora que no está aquí. Te encanta que te moleste. - Le puse cara de niña buena para que se sincerara conmigo.

- Quizás un poco. - Me contestó tímida. Me eché a reír a carcajadas. - Como le digas algo de esto a alguien... Juraré que no lo he dicho. ¡Mira si es Jack! - Michelle miraba hacia la puerta. - ¡Jack! -Le saludó alzando la mano pero de repente, la bajó. - ¿Sabías que habían quedado todos?

- Si, pero no sabía que venían aquí a jugar al billar. - Le contesté en voz baja.

- Tenemos que irnos. - Dijo agachándose, como si de esa forma no la pudieran ver. - Es nuestra noche de chicas.

- ¿Vuestra noche de chicas, eh? - Se unió Dan a la conversación cogiendo una silla de la mesa de al lado y situándose justo al lado de Michelle. Diría que invadiendo su espacio vital. - Mira Jeff, tu novia y su amiguita nos echan. - Me eché a reír.

- No te echábamos, solo le he dicho que era hora de irnos. ¿Siempre tuerces todo lo que dice la gente? - Le contestó Michelle, enfadada.

Miré a Jeff, sin todavía creerme lo que se soltaban ellos cada dos por tres. Jeff correspondió a mi mirada con la misma perplejidad. Me pasó un brazo alrededor de los hombros. Jack había ido a pedir algo para beber; volvió con tres cañas.

Caminar JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora