Wʜᴇʀᴇ Wᴇ Aʀᴇ Tᴏᴜʀ || Z.M

Capítulo 22.

{CAROLINA’S POV}

Después de parar mi estúpida hemorragia a causa del golpe que me dio Jade en la nariz, procedí a contarles a las chicas lo que había pasado en el camerino de Perrie.

Las reacciones fueron exactamente como las pensé: Me gritaron un par de frases idiotas, dijeron que eso no estaba nada bien, que lo único que pasaría ahí sería que todo iba a terminar horriblemente mal… y bueno, puedo contar con los dedos de una mano EL comentario positivo que hizo Lucía «Atrapaste a Zayn con tus encantos de latina, eso no lo ha podido lograr nadie más».

Tenía toda la maldita razón. ¡Excelente!

Miré mi sweater, y estaba todo lleno de sangre. Era realmente asqueroso. Ya no podía aguantar más minutos sobre mi ropa, es que de verdad… ¡Dios!

Les rogué a las chicas que por favor nos fuéramos a casa, y ellas —pese a que dijeron que no en varias oportunidades— aceptaron.

Antes de salir, tocaron la puerta. ¡Era Niall!

  

—Chicas, ¿Qué tal si hacemos algo en el pent con las chicas de Little Mix? —Preguntó Él, con una gran sonrisa. Todas mis amigas asintieron, así que no me quedó de otra que aceptar también.

—¡Vamos! —Dijeron todas, y gracias a la precaución de Yessi, pude caminar normalmente. Ella me llevó de su brazo.

El viaje resultó de manera normal, ¡Excepto! Porque ahora las van estaban repartidas de la siguiente manera: En la primera estaba Zayn, Perrie, Louis, Leigh, Harry, Jade, Liam y Jessy. Y en la nuestra, los fieles de Niall y Josh nos acompañaron.

Tenía unas ganas tremendas de parar el vehículo, bajarme, abrir la puerta de la que iba delante de nosotros, sacar a Perrie del cabello y pegarle en su cara de Barbie.

Uh, juro que lo haría.

Pero todos me odiarían, así que sólo lo dejaba como un lindo pensamiento.

Antes de llegar a nuestro destino, hicimos varias paradas en diferentes locales para comprar cosas para la noche, vale decir, botillerías, supermercados… ah, y eso.

Ya fuera del hotel, no pude pasar por alto el gusto de Perrie de demostrar amor por todos lados, o sea, ¿Podrías dejar respirar un poco al chico? De verdad, no me gustaría estar en los zapatos de Zayn.

Todos subimos hacia el pent, Liam prendió las luces, y con mis amigas nos preocupamos de preparar todos.

Si no, nadie más lo haría. Estrellas, quién los entiende.

  

—Tengo que confesar algo —Dijo Bí, realmente bajito—. Yo amo a Perrie Edwards, pero es una pegote de mierda, ¡Me tiene exhausta!

—Bienvenida a mi mundo —Dije yo, abriendo grande mis ojos y llevando las miles de cervezas que habían comprado los chicos hacia la mesita central.

—¡Hey Carolina! —Me gritó Perrie. Traté de hacer mi mejor cara, pero lo único que conseguí fue fruncir el ceño y mirarla—. ¿Me podrías dar una cerveza?

—Sí —Fue lo único que dije y se la entregué.

—Perrie, ¿Por qué no le prestas a Carolina algún sweater para que se quite eso con sangre? —Dijo de pronto Zayn, mirándonos a ambas. Perrie rodó los ojos, pero igual lo noté.