Wʜᴇʀᴇ Wᴇ Aʀᴇ Tᴏᴜʀ || Z.M

Capítulo 38.

{ZAYN’S POV}

Los conciertos atrasados que dimos en Irlanda estuvieron asombrosos.

Yo pensé, debo admitir, que las chicas irlandesas nos agarrarían un odio tremendo por no haber cumplido con la fecha real de los conciertos, pero a diferencia de eso, ¡Estaban más prendidas que nunca! Era impresionante ver la gran cantidad de carteles diciendo «¡Cánsense conmigo chicos!», «Ustedes son mis superhéroes», «Louis, tienes el culo más grande del mundo», y bueno… también logré ver otros que fueron demasiado fuertes.

A veces me llegaba a impactar la mente pervertida que poseen algunas chicas.

Los chicos pasaron todo el viaje de vuelta preguntándome qué había pasado en Suiza con Carolina. Realmente no quería contar nada, o quizás sí… sólo una parte, pero ellos insistían en saber todo de todo, y eso me incomodaba. ¿Acaso no podían entender que necesitaba un poco de privacidad con respecto a ese tema?

Claro que no, ellos no lo entendían.

Luego de varios minutos de viaje de regreso al hotel en que nos estábamos quedando en Irlanda, los cuatro me tomaron de los brazos y me llevaron hacia el gran sillón que decoraba la sala de estar.

Se quedaron en silencio, mirándome fijamente y yo me permitía pasar mi vista de Louis a Harry, luego a Liam y a Niall. Más de cinco veces.

—¿Puedo ofrecerles algo? —pregunté alzando mis cejas. Ellos entrecerraron sus ojos mirándome con picardía, y fue Niall quien finalmente tomó la palabra.

—¡Vamos Zayn! —gritó sonriendo—. ¡Tú sabes qué queremos saber!

—Pero va en contra de mis principios, no puedo abrir la boca —admití mirando hacia el suelo.

—Pero siempre nos hemos contado estas cosas —Dijo Harry, con su típica voz ronca.

—¡Pero con Carolina es diferente! —Les grité, y ellos se miraron entre sí—. Juro que ya he caído… y profundamente.

—¿Estás hablando en serio? —Preguntó un preocupado Liam, yo coloqué mis manos en la cara y asentí sin mirarlos.

—¿Estás enamorado de la chica? —Preguntó Louis ahora. Yo coloqué mis codos en mis rodillas, e inconscientemente sonreí, mirando al frente—. Ya lo sabíamos.

—¿Tan obvio soy? —Fruncí levemente el ceño y los chicos asintieron. Luego reímos todos—. ¡Pero hay un problema terrible!

Dije dándole algo de intriga, los chicos me miraron expectante a lo que iba a decir, pero justo en ese momento, la puerta sonó, dejando entrar al gran jefe de publicidad de Modest.

¡Sí, Modest! Junto a Paul.

Con los chicos nos miramos entre sí, preguntándonos qué era lo que estaba mal.

Cada vez que ellos nos hacían una visita inesperada era significado de problemas. Quizás ahora había sido yo quien la había cagado.

—¿Qué tal están? —Preguntó Richard Griffiths, nuestro mánager—. Niall, Louis, Liam, Harry y Zayn, es un gusto verlos de nuevo.