Capítulo 33.

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{ZAYN’S POV}

Desperté algo descolocado, no recordaba dónde rayos había pasado la noche.

Con los ojos entrecerrados miré todos los alrededores de la habitación en que estaba, haciendo que la lucidez volviese a mí poco a poco.

Ventanas, paredes de madera, yo cubierto de mucha ropa, una chica… era Carolina, y estábamos en Suiza.

Ahora podía recordarlo todo.

Me levanté rápidamente de la cama, estiré un poco mis músculos y luego, fui al baño para darme una ducha reponedora.

Demoré ahí dentro casi quince minutos, y si no hubiera sido porque alguien tocaba fuertemente a la puerta, podría seguir con mi ducha matinal, hasta quizás por quince minutos más.

Me coloqué una toalla blanca alrededor de mi cintura y con el cabello empapado, fui a ver quién hacía tanto alboroto.

—Hola… —Dijo la chica rubia que estaba fuera de la puerta. Al verme, noté que un pequeño rojo vivo subió a sus mejillas, pero hizo como si nada—. Traje el desayuno para esta cabaña, dos personas, ¿Está bien?

—Está perfecto, adelante —Me hice a un lado y ella entró con un carrito—. Yo iré a colocarme ropa y vuelvo, ¿Sí?

—Adelante —Fue lo único que dijo y sentí que comenzó a preparar las cosas en la mesa.

Rápidamente volví a la habitación y me quité la toalla de un solo tirón.

Oh mierda, había olvidado que Carolina también estaba ahí, gracias a Dios, aún dormía. Más rápido aún me coloqué mi ropa interior, mis jeans y una camiseta negra básica.

Volví hacia la sala de la cabaña y me di cuenta de que la chica ya había terminado de preparar la mesa, y que además, se había ido.

Volví a la habitación con la intención de despertar a Carolina.

—¡Levántate! —Le grité en la oreja.

—¡Muérete! —Me gritó mientras reía, puesto que comencé a hacerle cosquillas en sus piernas.

—¿Con esas palabras tratas a quién se esmeró a hacerte un rico desayuno? —Dije ofendido, y ella se sentó en la cama, refregándose los ojos—. Creo que necesitas limpiarte los ojos —Le dije divertido y ella se sonrojó, tapándose la cara con las manos.

—Ve a la sala, yo iré al baño y voy —Respondió, sin quitarse las manos aún. Se metió en el baño y sentí que abrió el grifo del agua.

Mujeres, ¿Quién las entiende? Simplemente se le corrió el maquillaje del día anterior, eso es algo sumamente normal.

Como sea, le hice caso y fui hacia la sala.

Me senté en una silla y comencé a jugar con mi teléfono celular. Decidí que escribiría un tweet, por lo que abrí esa aplicación y coloqué:

«Pequeñas cosas hacen la diferencia! :) x»

No sé el real significado de la frase, pero tenía ganas de decírselo al mundo.

Justo en ese momento, Carolina volvió con la cara limpia y con el pelo en una coleta alta. Se veía bien.

Wʜᴇʀᴇ Wᴇ Aʀᴇ Tᴏᴜʀ || Z.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora