Wʜᴇʀᴇ Wᴇ Aʀᴇ Tᴏᴜʀ || Z.M

Capítulo 40.

{CAROLINA’S POV}

Pasé la clase, literalmente, viendo cómo las moscas se posaban de manera delicada en el techo, o la forma en que el profesor Barría movía constantemente su notoria placa dental, o  me ponía a pensar en las letras de las canciones de One Direction, o recordaba todos los vídeos que han sacado, desde What makes you beautiful, hasta You & I.

Oh… ¡Qué perfecto podría haber sido la chica a la que Harry le canta en What makes you beautiful, o la suertuda a la que Zayn le pide una segunda oportunidad en Gotta be you! ¡Qué…!

Dios, no estoy poniendo atención.

  

—Estoy seguro que la Señorita Carolina aquí presente nos podrá decir la respuesta a lo que acabas de preguntar, Ryan —Dijo el señor Barría, mirándome con una divertida sonrisa. ¿Por qué siempre intenta que haga el ridículo? Creo que me ama.

—¿Carolina, podrías decirme la respuesta? —Preguntó Ryan, mirándome con su par de increíbles ojos. En un rápido movimiento, giré mi cabeza hacia atrás para mirar a mis amigas y noté que Andrea me hizo un «dos» con su mano.

—¿Dos? —Susurré frunciendo un poco el ceño. Ryan tuvo que morderse las mejillas por dentro para no reírse en mi cara, mientras que la clase, por otro lado, soltó la carcajada más frenética que jamás escuché.

—Entonces, ¿La nota más alta a la que aspira llegar la Señorita Carolina al final de este semestre es un dos? —Alardeó Barría, haciendo notar mi equivocada respuesta. Yo me encogí de hombros y puse un libro en mi cara, para no seguir siendo humillada.

El resto de los veinte minutos que quedaban de clases se pasaron jodidamente lentos. Ryan comenzó a explicar su metodología de trabajo, y, llámenme loca, pero estoy segura de que cada vez que preguntaba si alguien tenía alguna duda, posaba su vista en mí, ¡Yo pude notarlo! Sé que sí.

Las «regaladas» de la clase siempre preguntaban estupideces, con tal de poder intercambiar un par de palabras con Él… es que, ¡Está demasiado bueno!

Justo cuando me di por vencida de escuchar e iba a comenzar a escribir «Zayn» con diferentes formas y colores en la última hoja de mi cuaderno de matemáticas, sonó la campana, haciendo que todos se movieran rápidamente de la sala, saliendo como perritos desesperados.

—¡Carolina! —Gritaron mis amigas y el Señor Barría al mismo tiempo. Me giré para ver a las chicas y les hice un gesto para que salieran simplemente, luego miré a mi profesor y alcé las cejas para que me dijera lo que tenía que decir—. Quédate unos momentos con Ryan, te tiene que decir un par de cosas.

—Está bien… —Lo admito, no me molestaba en absoluto tener que quedarme con Él.

—¡Te esperamos en el receso, Caro! —Me gritó Yessi, haciendo su camino hacia afuera. Ryan se levantó de su asiento y fue a cerrar la puerta, quedando solamente nosotros dentro de la sala.

—Hola Carolina, ¿Cómo has estado? —Comenzó la charla Él, yo sonreí cálidamente y me encogí de hombros.

—Todo bien, supongo. ¿Qué hay de usted profesor? —Sí bueno, lo hice para molestarlo un poco. Él frunció el ceño y luego rió.