Wʜᴇʀᴇ Wᴇ Aʀᴇ Tᴏᴜʀ || Z.M

Capítulo 47.

 {CAROLINA’S POV}

Nuevamente estaba teniendo uno de los mejores sueños de toda mi vida, sé que soy consciente de aquello, pero en este preciso instante, no puedo recordar nada.

¿Por qué? Porque estoy sintiendo las manos de una mujer sobre mi brazo, moviéndome fuertemente para que salga de la cama.

Siento que me estoy moviendo hacia un lado, pero algo me impide hacerlo del todo, un cuerpo. ¿Con quién rayos me dormí anoche? No es posible que me haya traído un chico lindo a nuestro cuarto de hotel, porque Prado no lo aprobaría, así que mis únicas opciones son Ryan y Karim.

Descartaré a Ryan desde ya, dado que está con su faceta de «soy un profesor y no me acerco a las alumnas», así que lo único que me queda es… ¡Karim!

¿Por qué estoy durmiendo con Karim?

Los toques en mi brazo se hicieron más pesados aún, por lo que somnolientamente abrí los ojos, miré a mí alrededor y sonreí hacia la silueta de Prado, que aún no lograba ver lúcidamente. Me senté en la cama y refregué mis ojos, dándome cuenta que me estoy corriendo toda la pintura, y probablemente, mis ojos ahora son dignos de un mapache.

—Ya era hora que despertaras —Dijo la profesora, con un deje de ironía. Yo sólo fruncí el ceño.

—Lo siento, el cambio de horario afecta a las personas normales —Me encogí de hombros y ella rodeó la cama para despertar a Karim—. ¿Por qué Karim está durmiendo en mi cama?

—Según lo que escuché ayer, Karim tenía dolor de estómago y tú le dijiste que se acostara contigo… —Se encogió de hombros y posó su atención en mi rubia compañera de cuarto—. Es bueno que tengan esa actitud con la otra… Quiero decir, han pasado la mayor parte de sus vidas odiándose, y verlas tener algo de cercanía es… bueno.

—Claro…

Lo único que hice fue sonreír forzadamente.

Para no darle  más vueltas al asunto, saqué la ropa de cama de mi cuerpo, me estiré completamente cuando estuve en el suelo y me fui hacia el baño, para tomar una relajante ducha.

Mi idea era demorarme una gran cantidad de tiempo, pero el grito de la señora Prado diciendo que estábamos atrasadas, y no quería tener que cortar el agua caliente para que saliera rápido, me hizo salir en sólo quince minutos.

—Chicas, vengan —Dijo Prado, cuando justo me había colocado la ropa interior. Fui hasta la sala de estar del cuarto de hotel y me puse frente a ella, encontrándome con que Karim también se había bañado.

—¿Cómo es que ya te has duchado? —Pregunté anonadada.

—Hay dos baños… —Respondió Karim, encogiéndose de hombros. Prado dio una sonrisa y captó nuestra atención de nuevo.

—Bien chicas, con el director de nuestra escuela hemos decidido que tienen que representar a la escuela con honor y formalidad, por lo que hemos enviado a hacer unos uniformes especiales y bonitos para que ambas los usen —Sacó de detrás de su espalda dos bolsas negras—. Vayan a ponérselos, y rápido, por favor.

—Bien —Soltamos al mismo tiempo y fuimos hacia nuestra habitación.

Tenía miedo de saber lo que encontraría dentro de la bolsa, pero estaba segura que no sería algo sumamente horrendo.