Capítulo 24.

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{CAROLINA’S POV}

Me encontraba en mi habitación, intentando estudiar física, ¡Pero no me entraba nada! No podía encontrar la relación entre converger, convexo, cóncavo, reflexión, Zayn y… Ah no, Zayn no tenía nada que ver.

Ese era mi gran problema, ¡Zayn Javadd Malik! Estaba en mi cabeza todo el puto día, y ya me estaba cansando de no poder pensar en nada más.

Habían pasado tan sólo dos días desde que One Direction abandonó mi país y sentía un vacío muy grande, algo que jamás había sentido antes. Vale, sé que pasé sólo una semana con ellos, ¡Pero fue tan genial!

Juro que estuve con ellos como si los conociese de toda la vida… Gracias vídeos diarios, Funny Moments, Concert moments y todos los vídeos que he visto en toda mi carrera como directioner.

Porque sí, ser directioner implica gastar mucho tiempo, y es como una carrera. Tengo un magíster en One Direction.

Suena bonito.

Ya cansada de intentar estudiar, me di por vencida… con tan sólo leer un término físico me acordaba de ellos. Es decir, ¡A cada momento salía la palabra «Unidireccional»! Una dirección, one direction. O sea, ¿Qué?

Bueno, me cansé de estudiar, por lo que prendí mi computador e ingresé a las típicas redes sociales de siempre; Tumblr, Twitter y Facebook.

Me centré en esta última; todas las páginas a las que me había unido se centraban en un solo rumor:

«Zayn Malik y Perrie Edwards han aplazado su matrimonio»

Puedo decir que ese fue el segundo exacto en que dejé de pisar este mundo.

Me debatía entre dos posturas; ¡Esto no puede ser cierto! Me sentía mal, porque probablemente yo era un gran factor en este aplazamiento. Pero mi otra postura pensaba… ¡EN TU CARA INGLESA! Una latina como yo pudo evitar que se casen en noventa días.

No supe qué más hacer, simplemente, tomé un cojín, lo puse sobre mi cara y comencé a gritar como estúpida.

El rumor me dio hambre, por lo que bajé a la cocina y me hice un sándwich con jamón y queso.

Iba a subir de nuevo a mi habitación, cuando noté que el celular de David estaba en el mesón de la cocina. No quería verlo, juro que no, pero la curiosidad me mató.

Noté que tenía abierto un mensaje y leí que decía

  

«David, ¡Anoche lo pasé tan genial! Espero que se pueda repetir, bebé. ¡Gracias por contarme aquél secreto! Juro no decirle nada a Carolina.»

¿Qué?

Abrí la boca estupefacta y se me salió de esta el pedazo de comida que tenía.

¿Qué secreto le habrá dicho el imbécil de mi hermano? No podía creerlo, simplemente no podía.

¡Qué rabia! Encima no podía decirle que había hurgado en su teléfono móvil, porque… eso no está bien.

Mierda, te odio Karim Matthei, con mi vida entera.

Me obligué a sacar aquella verdad de mi cabeza, así que subí a mi habitación y me senté en la cama como india.

Wʜᴇʀᴇ Wᴇ Aʀᴇ Tᴏᴜʀ || Z.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora