Wʜᴇʀᴇ Wᴇ Aʀᴇ Tᴏᴜʀ || Z.M

Capítulo 28.

{CAROLINA’S POV}

Desperté algo enojada.

No sentía que había dormido como noches anteriores, y algo me estaba inquietando.

Estúpidamente había soñado que Zayn Malik había estado en ni habitación y casi me había visto en ropa interior, pero había sido sólo un simple sueño, eso me enojaba.

Es decir, ¿No se había dignado a llamarme por un mes y vino a mi casa? Esas cosas no pasan en la vida real, claro que no.

Vi la hora en mi mesita de noche y eras las diez de la mañana en punto.

Justo cuando había decidido despertarme, mi teléfono celular sonó, haciendo que saltara como una estúpida. El aparato seguía en la cartera que había llevado la noche anterior, por lo que demoré en contestar y el emisor cortó.

Era Andrea… ¡MIERDA,  ELLA ESTABA DE CUMPLEAÑOS HOY!

Rayos, no podría llamarla, porque no tenía saldo, soy la peor.

Bajé la escalera amarrándome el cabello y noté que todos ya estaban sentados en la mesa; gracias, son una perfecta familia.

Fui hacia el refrigerador para sacar un poco de jugo de naranja, tomé un gran sorbo mientras me dirigía a la mesa, y cuando vi algo impactante me atraganté.

—Estás realmente aquí —Dije en inglés dándome cuenta de que lo que había ocurrido la noche anterior jamás fue un sueño.

—Síp, aquí estoy —Dijo Él, sonriendo. Estaba comiendo un sándwich de jamón y queso, de los que solo podía preparar mamá.

—Te manchaste el pijama de conejitos con jugo, Carolina —Añadió David, y Zayn rió. Mierda, era como tener dos hermanos mayores; con la «simple» diferencia de que uno de ellos era parte de una conocida boy band a nivel mundial. Algo poco.

—David, no molestes a tu hermana —Dijo mamá y yo le saqué la lengua como una niña pequeña.

Maldición, debía cuidarme de no parecer tonta en presencia de Zayn.

Me senté en el puesto vacío al lado de Él y tomé un sándwich que ya estaba preparado.

—Y Zayn, ¿Por qué estás aquí… en mi casa? —Preguntó mamá, haciendo que todos lo miráramos. Yo tampoco sabía qué mierda hacía aquí.

—Bueno… —Comenzó Él, poniendo voz de oh-sí-soy-un-macho—. Lo que pasa es que hace un mes y semanas que conozco a su hija, por una situación algo extraña… Y el tema es que nos hicimos amigos, y yo le dije que le daría un día especial y la llevaré a recorrer el mundo —Dijo Él, como si nada y yo me atraganté con la comida. Entonces, jamás olvidó nuestro día especial. Me dieron ganas de llorar.

—¿Eso estaban discutiendo el día que los encontré en el suelo? —Preguntó David, queriendo hacerle el gracioso. Ambos nos sonrojamos y mamá frunció el ceño—. En el suelo jugando playstation…

—Sí —Dije yo, mirando mal a mi hermano. Mamá se aclaró la garganta y todos la miramos.

—Lo que aún no logro entender es cómo se conocieron ustedes… ¡Es demasiado increíble! —Dijo ella. Y sí, lo era.