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Los ojos de Camila son robados por Lauren, la ve, cada vez que se cruza en su camino la ve, aunque ella no la vea y suspira cuando su figura queda atrapada en su iris café. No sabe por qué, solo tiene vagas suposiciones que no quiere creer, pero su corazón se acelera cuando la ve aparecer y eso la frustra, la asusta, y enmudece, nadie lo sabe.
Sus mundos son paralelos, son tan diferentes; Camila lo tiene todo, ha crecido rodeada de lujos y ha obtenido cualquier capricho que cruce por su mente, pero ese mundo de fantasías cumplidas está corriendo riesgo, podría desmoronarse ante sus ojos y aunque no es algo que le inquiete, su familia no está dispuesta a permitir que su palacio de lujo y riqueza se derrumbe sin hacer nada. Lauren, por otro lado, ella tiene muy poco, pero con tan poco ha logrado ser muy feliz, siempre rodeada de una cálida familia muy amorosa y amigos leales.
Cuando el sol y la luna se reencuentran en el cielo ellas dos se conocen y se aman desde el primer instante. Lauren se acepta a sí misma como es, sin embargo Camila es otro cuento, ella apenas se está descubriendo y tiene miedo, le aterra lo que su familia piense, lo que la sociedad murmure, pero eso no la detiene, no puede, Lauren es como un imán y ella un fragmento de metal que se siente atraída sin importar lo que haga, y la ama. Lauren se resigna y lo calla, aunque quiera gritarle al mundo a todo pulmón que Camila es suya, lo calla por ella, para poder vivir a su lado su historia sin que nadie se entrometa, lejos de creer que los miedos de Camila por ocultarlo de su familia son merecidos.
Cuando los padres de Camila se enteran por boca de alguien más deciden separarlas, cueste lo que cueste, no les importa las artimañas de las que tengan que valerse, pues su hija es la única salida para no caer en la quiebra. Cuando hombres poderosos se entrometen en medio para separarlas no hay manera de que fallen, siempre obtienen lo que quieren. Con engaños, con manipulaciones y valiéndose de estrategias sucias consiguen separarlas y sus corazones se parten en cientos de fragmentos. Camila es obligada a casarse con el único hombre que puede salvarlos de la ruina, no puede hacer nada, está acorralada, es su familia o su amor. Escoge lo que cree correcto y hiere a Lauren como nunca nadie la había herido, tiran de sus hilos como a un títere, lejos de creer que su decisión no solo destruiría a Lauren.
Y así como se dice que del odio al amor solo hay un paso, también funciona en viceversa: del amor al odio solo hay un paso y ahora Lauren quiere venganza.
Camila y su esposo abandonan el país, su marido no quiere tentaciones cerca de la que ahora es su mujer. La lleva lejos, por años, pero cuestiones de negocios lo obligan a volver, creyendo que el antiguo amor de Camila ya ha sido borrado con los años y que ya no existe ninguna amenaza. Está equivocado, Lauren ahora quiere acabar los imperios de quienes le provocaron tanto dolor a ella y a su familia y ahora ella ya no es una simple mujer, ahora ha construido un imperio que iguala la altura de todos ellos.
