De pronto el frío apaleó su piel expuesta y la sacudida la extrajo de entre las profundidades de su sueño, abrazada todavía por la oscuridad que llenaba de sombras la noche taciturna, con la melodía del silencio llenando la habitación, pero acompañada por la soledad. Lo supo porque buscó calor a su lado y el cuerpo que esperó hallar estaba ausente. Su corazón reaccionó como si lo hubiesen azotado y enloqueció sus latidos. Sus orbes verdes recalcaron cada espacio de la habitación, pero no la hallaba. Por ello no se lo pensó dos veces cuando ya estaba de pie junto a la cama, desnuda, aun enredada en la sábana mientras un escalofrió resbalaba escoltado por sus miedos en una trayectoria que se trazaba desde su nuca hasta la terminación de su espalda.
"¿Se fue?"
No era su culpa, era culpa de sus traumas del pasado con los que aun lidiaba.
Pero la brisa meciendo las cortinas de velo aplacaron a su corazón temeroso cuando las sopló y expuso brevemente una figura femenina en el balcón, de espalda, sus ojos robados por el océano. Entonces como si ella fuese un metal atraído por un imán, fue con ella.
La envolvió por la espalda y Camila se contrajo lacónicamente hasta que reconoció la familiaridad del tacto de la Ojiverde para después poder relajar sus músculos mientras los brazos de ella empezaban a envolverla. Lauren hizo a un lado la caída de la cabellera de la latina y plantó un beso en su nuca mientras el aroma de su cabello la embelesaba. La sintió fría entre sus brazos, abrigada únicamente por una bata transparente que narraba sin pudor sobre la belleza de su cuerpo desnudo que pobremente encubría la tela.
— Hace frío, ¿por qué no vienes conmigo a la cama?
Liberó un suspiro que se unió a la brisa que acariciaba sus pieles y mecía sus cabellos.
— No podía dormir...
Lauren frunció sus cejas y llevó su mano al rostro de ella para hacer que la mirara y así lo hizo, sus ojos pudieron admirar sus iris gracias al faro que nacía a la distancia, por allá sobre la línea donde el cielo y el mar se besaban.
— ¿Es por eso? — inquirió fruncido todavía más su entrecejo —. Te pedí que te olvidaras de eso. Es una tontería.
— ¿Lo es? — inquirió con sus ojos brillantes.
— Claro que lo es.
— Aun así no me has dado una explicación.
— Ni esperes que lo haga. No te daré una explicación porque no te va a gustar.
— ¿Por qué no dejas que sea yo quien juzgue eso? — frunciendo sus cejas y sosteniéndole la mirada firme —. Además, merezco saberlo.
— ¿Sabes qué es lo que mereces saber? — apretándola contra su cuerpo sin oscilar con su mirada —. Que te escogí a ti. Que tú eres mía y yo soy tuya. Es así de simple.
Camila posicionó sus manos frías sobre las de ella que sujetaban su rostro y enredó sus dedos con los de ella, sin desconectar sus miradas.
— Pero no podemos ser libres, nunca hemos podido amarnos sin temor a nada. Nos pertenecemos, pero no podemos decirlo. Y ellos llenaron esas páginas del periódico con suposiciones que apuntan a ustedes dos juntas porque no puedo ser yo quien esté contigo — sus ojos se volvieron vidriosos —. Es una mierda.
— Lo sabemos tú y yo, qué importa la opinión de los demás.
Separó sus manos de su rostro y le esquivó la mirada.
— Aún estoy casada — le recordó en medio de un suspiro de aflicción.
— Por un breve tiempo — se apresuró a refutar y a buscar otra vez sus ojos cafés —, y cuando estés libre de él yo te reclamaré como mi esposa. Tú y yo... Tenemos pendiente una vida juntas.
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DEL AMOR AL ODIO (CAMREN)
Fanfiction¿Es posible odiar a una persona con la misma fuerza con que la amó? Creado por una masoquista para masoquistas.