Miró con terror a la fisonomía del sujeto e identificó sus facciones al abrir y cerrar de ojos. En secuencia sintió una cachetada estamparse en su mejilla plasmando un ardor que le recorrió el rostro y que la potencia de impacto la tumbó de rodillas contra el suelo. Aún no se recomponía del aturdimiento que circuló su cabeza como secuela del golpe, cuando la sujetó con salvajismo del cuello y la levantó de la superficie para estrellarla contra la pared.
— ¡Creo que no entendiste el mensaje de Greg Salim! — le imputó apretando sus dientes y acercó su rostro nauseabundo al de ella, que lo observaba con terror fiero —. Yo te lo voy a recordar — y golpeó su cabeza contra la pared cuando la zarandeó con barbarie.
— ¡Por favor! — le suplicó entre sollozos que se embrollaban en sus palabras — ¡Te lo suplico! ¡Por favor!
Pero no la escuchó y en cambio le propinó otro golpe en su pómulo haciéndolo incendiar en dolor al instante. Contiguamente de un puño en su estómago que le extrajo sus reservas de aire.
— Greg Salim te envía saludos y quiere que sepas que ni el diablo castiga mejor que mi señor.
*¿Dónde escucharon palabras similares?
Y Tyrone la lanzó contra el piso provocando que desencadenara un clamor de dolor ante la percusión del golpe. Las lágrimas inundaron sus mejillas como ríos que descendían hasta las líneas de su mandíbula y comenzó a arrastrarse por el suelo con sus fuerzas opresadas por el dolor, pero el sujeto colocó el pie encima de ella como si aplastara a una cucaracha y la apresó contra el suelo.
— ¡AYÚDENME! — Gritó por auxilio en un intento desesperado por hallar socorro, pero su boca fue censurada por la mano del afroamericano y el peso de su cuerpo encima del de ella.
— Debiste pensar muy bien antes de atreverte a moverte en contra de mi jefe. Y ahora me tendrás que decir dónde esconde a Camila o no saldrás viva de esta habitación — le amenazó apuntando el cañón de un arma con silenciador al lateral de su cabeza.
Dinah abrió sus ojos como platos y un escalofrío tétrico le recorrió el cuerpo de principio a fin.
Estaba en serios problemas.
Tyrone le descubrió la boca para permitirle hablar.
— Habla ¡Ahora!
— ¡Yo no sé dónde está...! ¡Lo juro! ¡Por favor! — rogó exasperada de terror.
— ¡Aun en la posición en la que estás! ¡¿Vas a protegerlos?! — halándola del cabello mientras hacía presión en su espalda exprimiéndole el aire que conseguía recoger con dificulta con sus pulmones erráticos.
— ¡Pero yo no sé dónde está! ¡Por favor! — balbuceó entre llantos mientras su corazón latía preso del pánico.
— ¡¿De verdad te vas a hacer matar?! — apretando su cabello y golpeando su pómulo contra el suelo acrecentando sus quejidos de dolor.
— ¡No! ¡No! ¡No! ¡Por favor!
— ¡Habla entonces! ¡¿Dónde la esconden?! — zarandeándola del cabello, su cuero cabelludo le ardía ante la rudeza.
— ¡Está bien! — accedió —. Te lo diré... Pero por favor... No me hagas nada.
— ¡No me colmes la maldita paciencia y habla de una jodida vez!
— Déjame levantar y te escribiré la dirección... — le pidió con un tono tambaleante.
Tyrone se lo planteó por unos prolongados segundos, pero determinó que era una situación que podía dominar, así que se lo permitió, aun merodeado por recelos. Quitó la rodilla de encima de ella con la que la mantenía sumisa y apuntándole con el arma se incorporó, un arma que no tendría sus huellas cuando disparara después de obtener la verdad, pues se protegía con guantes negros.
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DEL AMOR AL ODIO (CAMREN)
Fanfiction¿Es posible odiar a una persona con la misma fuerza con que la amó? Creado por una masoquista para masoquistas.