DEL AMOR AL ODIO (CAMREN)

Capítulo 3

De vez en cuando sus miradas colisionaban y sus corazones bombeaban frenéticos, la sangre alcanzaba sus mejillas y sonreían.

Cuando Camila se concentraba en su cámara Lauren se permitía detallarla, veía su perfil, la pequeña arruga que se formaba en la esquina de su ojo que cerraba mientras con el otro observaba a través del visor, y la esquina de sus labios se curvaba un poco, veía el tono de su piel, olía el aroma tan femenino que desprendía, olfateó dos aromas diferentes, el primero nacía de su cabello y este olía a frutas; el segundo brotaba de su piel y olía a fragancias florales y por un instante tuvo el impulso de olfatear su aroma directamente de su piel. Se percataba de cada minúsculo detalle, hasta de sus lunares, ¿qué era aquello? Se cuestionaba Lauren, era la primera vez que alguien le resultaba tan interesante, tan... tan fascinante.

— ¿Y? — se giró de pronto para mirarla y Lauren se tensó brevemente por la repentina acción — ¿Qué te pareció el espectáculo?

Lauren se percató de que había acabado, sus ojos desprotegidos de los lentes observaron brevemente que el eclipse había culminado, aunque aún cubría a la mitad del sol y que ahora comenzaba la despedida del sol y la luna. Se lo había perdido, sus ojos apuntaron todo el tiempo hacia Camila y esa vista le resultó más hermosa. Así que no tenía una respuesta a la pregunta de Camila, espera, ¿o sí la tenía?

— Fascinante — respondió refiriéndose a lo que sus ojos contemplaron todo el tiempo sin que Camila lo notara debido a su concentración en tomar las fotografías.

Camila le sonrió y Lauren descubrió que cada vez que lo hacía su pecho brincaba ante el golpeteo de su corazón y algo en su interior crecía.

— Sí — concordó con inocencia —, y gracias. De no haber sido por ti hubiese obtenido unas fotos desastrosas.

— No hay de qué — con sus ojos fijos en los de ella —. Y... — continuó para romper el espacio de silencio que empezaba a crearse — ¿estudias fotografías o algo así?

Camila asumió un gesto pensativo durante unos instantes.

— Me apasiona, desde siempre me ha atraído la fotografía, la pintura y la literatura — libera una risilla sarcástica —. Soy una alma creativa — y sonríe para Lauren y ella se siente desfallecer cada vez que le dedica esa curva en sus labios —, pero... no es lo que estudio.

— ¿Entonces? — Se vio interesada, lo cierto era que interesada era poco, Lauren estaba hechizada, deseaba saber más y más de ella — ¿Qué es lo que estudias?

— Administración de Empresas.

— ¿Administración de Empresas? — con sorpresa retratada en su rostro, jamás lo supuso por que no lucía como alguien que estudiaba aquello.

Aunque si se detenía a pensar no es que hubiese un protocolo para lucir acorde a lo que se estudia.

— Sí — ríe en forma de suspiro.

— ¿Y cómo es que "Un alma creativa" terminó estudiando Administración de Empresas en lugar de lo que le apasiona?

— Es simple: mis padres. Alguien tiene que tomar la empresa de mi padre cuando él se retire.

"La empresa de su padre", ese comentario le dijo mucho sobre Camila, aquello le indicaba que Camila debía de tener dinero, y mucho para ser la hija del dueño de una empresa que quiere que su hija continúe su legado, ¿sería una firma grande y poderosa? por supuesto, asiste al club en el que ella trabaja, lleno de personajes de alcurnia, pero Camila no le resultaba como una presumida millonaria y engreída, todo lo contrario, ella era... noble, era diferente.