Capítulo 15

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Esa noche la hacía fría la brisa de agosto. Las palmeras meciéndose con el viento en una danza de inicio de otoño y que barría las hojas que morían de las ramas de los árboles.

Lauren tomó su chaqueta y salió corriendo de su casa. No pudo ni siquiera dar explicaciones a sus padres, quienes se quedaron turbados por la repentina huida de su hija, pero es que su princesa necesitaba ayuda y su corazón solo latía para correr a rescatarla.

Camila huyó a hurtadillas de su casa, se saltó la muralla que rodeaba la propiedad solo para evitar que los celadores en el turno de la noche la vieran. Tomó un taxi y se dirigió al lugar, no veía la hora de poder abrazar a Lauren y escuchar de sus labios que todo iba a estar bien. Necesitaba esas palabras tanto como el aire.

De camino llamó a Shawn, quería que su mejor amigo le brindará el apoyo que siempre estuvo ahí para cuando ella lo reclamara.

— Hola, Camila.

— Shawn... — y su tono se rompió ante la familiar y cálida voz de su amigo.

— Ey... Cami, ¿qué pasa? — se preocupó de inmediato, incorporándose de la cama, como si se alistara a correr por ella.

— Es Greg...

De inmediato el corazón de Shawn se frenó. ¿Qué le hizo? Su mano se empuñó en reacción. Si se atrevió a tocarla lo mataría.

— ¿Qué te hizo? ¿Se atrevió a...? — ni siquiera podía terminar la pregunta. El estómago se le apretaba.

— No, no es eso.

— Dime, Camila, por favor, me estás asustando.

Hubo unos segundos de silencio mientras ella organizaba las palabras.

— Se quiere aprovechar de la situación económica que atraviesa mi familia, quiere pagar todas las deudas de mi papá a cambio de que acepte ser su esposa.

Shawn se quedó frío, una punzada se clavó en su corazón, bizarro, letal. ¿Qué hizo? ¿Qué fue lo que hizo? Esto es su culpa, lo sabía, y no lo resistía. Apretó tanto sus manos que sus uñas se clavaron en su palma. Nunca debió confiar en Greg, nunca debió llamarlo. Ahora el mundo se le venía encima y sabía que era su propio pecado.

— ¡Ese hijo de perra! — exclamó con furia.

— Yo no quiero ser su esposa, Shawn. No quiero — y el llanto colgándose entre sus palabras.

— No, tranquila. Eso no pasará. Vente a mi casa y lo hablamos.

— Ahora no puedo, voy a verme con Lauren y decirle.

Lauren... Claro, ella. Sus celos habían nacido de la unión de Lauren y Camila. Recordó cuanto le dolía verlas juntas.

— Bien... Yo iré a buscarlo.

— No, Shawn.

— Sí, ese desgraciado me va a oír.

— No quiero que te metas en problemas.

— Tú quédate tranquila, solo búscame después de que hables con Lauren.

— Bien...

De alguna forma le daba alivio que su amigo estuviese enterado, sentía que él podía ayudarla, siempre la había rescatado de cualquier lio en que se metiera. Sentía que Shawn era su cómplice y Lauren su heroína y solo los necesitaba a ellos dos para estar completa.

Sinuhe fue en busca de Alejandro a su estudio, los últimos días el pobre hombre no había podido conciliar el sueño, se pasaba horas en vela pensando en cómo salir de aquel aprieto, buscando vías alternas, pero aunque lo pensará una y otra vez, estaba bloqueado.

DEL AMOR AL ODIO (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora