Capítulo 12

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El sol despertó brillante esa mañana, los habitantes de Miami podían sentirlo, ardía sobre las pieles.

Fue el canto de los pájaros en el jardín quienes interrumpieron el sueño de Lauren, no quería despertar, era un sueño magnífico, pero solo fue hasta cuando se percató de su realidad, entonces pensó que su realidad era mil veces mejor que su sueño y sonrió ante los recuerdos de la noche anterior relatándole lo que vivió, asegurándole que fue real.

Camila aún estaba dormida, a su lado, desnuda. Con la sábana roja enredada en sus cuerpos, suspiró ante la imagen.

Se quedó congelada, no quería interrumpir su sueño, quería solo mirarla, fascinarse con cada detalle que descubría. Le resultaba tan hermosa mientras dormía sobre su hombro, envolviéndola con su brazo por el abdomen y sus piernas entrelazadas. Pasó la yema de sus dedos para trazar figuras en su piel, el cosquilleo sobre la piel de la latina la hacía removerse entre sus brazos y Lauren sonreía. Vio rastros de pintura en su piel, pero que por el sudor que había emanado la noche anterior la pintura casi se había evaporado.

Dejó tenues besos en la frente de su chica. Tenía que despertarla, no quería, pero tenía, pues ya había amanecido y necesitaba regresar a casa, decirles a sus padres que estaba bien y ahuyentar sus angustias y Camila debía hacer lo mismo.

- Despierta, Camz... - le susurró con ternura acariciando su cabello -. Ya amaneció.

- ¿Hmmm? - balbuceó somnolienta removiéndose en los brazos de Lauren.

- Que despiertes, princesa. Que tenemos que irnos a casa - plantando besos por su rostro.

A Camila le resultó majestuosa esa forma de despertar y lo deseó para todos sus mañanas.

Sonrió ante la dulce y ronca voz mañanera de Lauren y abrió lentamente sus ojos, para maravillarse con su iris verde. Buscó los labios de la Ojiverde y sus labios fueron como el café de las mañanas para despertarse.

- ¿Cómo amaneciste? - le preguntó Lauren contra sus labios en medio del beso.

- Agotada - y sonrió contra sus labios.

- ¿Sí...? - Plantando muchos besos sobre los labios de su novia.

- Aún no recobro las energías - comiéndose a besos -. Necesito dormir más.

- Tú lo que necesitas es vestirte para irnos a la casa - rompiendo el juego de besos y sosteniéndole la mirada firme.

Formó un puchero tierno que a Lauren le provocó devorarla a besos.

- No me hagas caritas. Anda, levántate.

- Nuestros padres saben que estamos bien.

- No, no lo saben, Camz.

- Sí lo saben, yo les avisé.

- ¿Qué? - Con su gesto ofuscado - ¿cuándo les avisaste?

- Anoche - intentando halar las mejillas de Lauren para buscar de nuevo sus labios, pero esta se resistió y la miro fija.

- No mientas, Camz. Que después de que acabamos te quedaste dormida.

- Pero me desperté y tú estabas dormida. Te ves adorable mientras duermes - depositando un beso corto en sus labios y arrancándole una sonrisa.

- ¿Qué les dijiste?

- Le dije a tu mamá que te quedarías en el estudio ayudándome y a mi mamá le dije que estaría aquí ayudando a Shawn. Así que está todo bien.

Lauren se quedó pensativa unos segundos mientras Camila se volvía a reacomodar en sus brazos, buscando su calor y aferrándose a su cuerpo.

- ¿Y Shawn sabe? ¿Qué pasa si tú mamá le marca y pregunta por ti?

DEL AMOR AL ODIO (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora