Capítulo 57

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Where there is desire, there is gonna be a flame
Where there is a flame, someone's bound to get burned

1988

-Así que, ¿cómo van las cosas con mi hermano? – Preguntó Vanessa, esbozando su sonrisa más traviesa, justo antes de llevarse a los labios un chupito de whiskey.

Devi se echó a reír y, durante unos instantes, se quedó mirando a Vanessa completamente perpleja, pensando que simplemente estaba bromeando. Sin embargo, Vanessa no abandonó su expresión pícara, sino que, por el contrario, arqueó una ceja para poner incluso más énfasis. Devi volvió a reír y meneó levemente la cabeza, pasmada.

No, Vanessa no estaba bromeando. Parecía ser que realmente quería conocer los detalles sobre la relación de su hermano con su mejor amiga.

-¿De verdad quieres que te cuente cosas sobre eso? Por Dios, ¡que es tu hermano! – Exclamó Devi, sin poder dejar de reír.

Puede que la razón de que ambas amigas tuviesen tan buen humor se debiese al hecho de que tal vez habían tenido un poco más de la cuenta para beber. Aquella noche de sábado Vanessa había quedado con Kit (como, en realidad, prácticamente todos los sábados), pero para evitar que Devi se sintiese de lado había decidido quedar con ella un par de horas antes en el Lucky Man, uno de los pubs más conocidos del pueblo. Y a pesar de ser menores de edad, se habían sentado en dos taburetes junto a la barra y Vanessa había conseguido una botella de whiskey por parte de la casa ya que había estado saliendo con el barman que precisamente servía los sábados por la noche: Jim, un chico increíblemente encantador de veinte años. Devi llevaba toda la noche con la teoría de que Jim seguía enamorado de Vanessa, y que por esa razón sería capaz de bajar a los infiernos si ella se lo pedía, pero Vanessa, con una risa tonta, le había asegurado que no era así.

Claro que, teniendo en cuenta que ya llevaban tres chupitos cada una, tampoco se encontraban en condiciones como para discutir temas de ese tipo.

-Pues claro que quiero saber cosas. – Repuso Vanessa. – Así, si lo creo conveniente, y si tú me lo pides, puedo darle una patada en la entrepierna siempre que quiera. Ya sabes, cosas de hermanos.

-Dios, eres de lo que no hay. – Dijo Devi, solo para después terminarse el contenido del vaso. – Bueno, ¿y qué quieres saber?

Vanessa fingió pensárselo durante unos segundos, pero en realidad sabía qué pregunta en concreto quería hacerle a Devi. De hecho, lo había sabido desde hacía dos horas, cuando habían entrado por la puerta del bar.

Por eso, y por el hecho de haber bebido un poco más de la cuenta, no tuvo ningún reparo en decir:

-¿Os habéis acostado?

Al escuchar la pregunta, Devi estuvo a punto de atragantarse con el whiskey que había vuelto a echarse en el vaso, y durante unos instantes lo único que pudo hacer fue toser, pensando que iba a ahogarse.

Vanessa le dio unas palmaditas en la espalda, pero no parecía para nada arrepentida por su pregunta. De hecho, casi parecía hasta complacida por haber conseguido aquella reacción en su mejor amiga.

-¿De verdad acabas de preguntarme eso? – Repuso Devi, atónita. – Es tu hermano. – Añadió, como si se le hubiese olvidado a Vanessa.

-¿Y? Tampoco es como si no supiese que se ha acostado con unas cuantas chicas. De hecho, el año pasado hasta le pillé con una en la cama...

-Vale, vale. No necesito ese tipo de información. – Dijo Devi, ligeramente irritada. Soltó un suspiro y se encogió de hombros, repentinamente cohibida. – Pues... no, aún no... no ha pasado nada.

Warrior | l. t. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora