I knew it from the first old fashion, we were cursed.
It hit you like a shotgun shot in the heart.
You were drivin' the getaway car.
We were flyin', but we'd never get far.
1965
A Victoria se le ocurrían miles de planes mucho más emocionantes con los que pasar una tarde de viernes. Sin embargo, ahí se encontraba, rodeada de una gente que no soportaba y que tampoco la soportaban a ella. Viviendo una vida que sabía que era falsa, que era una pantomima para entretener a los demás. Una vida que ni si quiera parecía pertenecerle.
Y cada minuto que pasaba, más ganas tenía de levantarse y salir de aquella concurrida cafetería. Sobre todo porque no sabía cuánto tiempo más sería capaz de seguir fingiendo aquella sonrisa que parecía clavársele dolorosamente en el rostro, o dejando que John la rodease con su brazo y la pegase a su cuerpo todo lo posible, como si no fuese más que un objeto bonito que sabía que le pertenecía y que, con soberbia, quería exhibir ante los demás.
Supuestamente, después de haber estado dos años en esta especie de situación con John, ya debería haberse acostumbrado a sentarse a aquella mesa que parecía estar en un sitio privilegiado solo por sus ocupantes habituales, rodeada por John y sus amigos insufribles y presuntuosos mientras dedicaban la tarde a aquellas conversaciones tan frívolas y vacías, en las que el tema más serio parecía ser era cuáles eran las llantas que estaban más de moda para sus caros coches de lujo.
Victoria frunció el ceño y, distraída y hastiada, comenzó a jugar cabizbaja con la copa de helado que tenía delante, dando vueltas a la cuchara de metal en el helado de vainilla que poco a poco se estaba convirtiendo en una sopa. Cuando sintió cómo los dedos de John le apretaban la cintura, inspiró profundamente y se obligó a tener pensamientos lo más positivos posibles, porque si no, temía apartarle la mano de un manotazo y hacérsela tragar... o arrancársela y metérsela por un sitio para nada agradable...
Pero estaba claro que no podía hacer eso. Porque aunque para ella aquella relación con John era una completa farsa, para él seguía siendo real. Porque Victoria no había dado muestras de lo contrario, por mucho que su cuerpo le gritase que lo hiciese cada vez que John se inclinaba para besarla o colocaba sus manos en aquella parte demasiado baja de la espalda. Pero sabía que, de momento, aquello era lo mejor.
Y por mucho que odiase aquella situación, era un sacrificio que estaba dispuesta a hacer, si eso significaba que, al menos por ahora, podía disfrutar de una pacífica aunque furtiva relación con la persona con la que realmente quería estar.
De repente, una sensación de estar siendo observada se apoderó de Victoria. Cuando alzó la mirada, una especie de frío la rodeó en su fuero interno al percatarse de que Ronan, el mejor amigo de John, la estaba mirando fijamente con una expresión de cautelosa sospecha.
Victoria nunca se había llevado bien con los amigos de John, eso estaba claro. Nunca había sido ningún secreto que siempre la habían rechazado porque no pertenecía a la misma clase social que ellos, y repudiaban a Victoria, ya que nunca habían podido comprender qué había visto John en ella, una chica que, aunque claramente preciosa, consideraban que no les llegaba ni a la suela de los zapatos. Y por parte de Victoria, ni si quiera había necesidad de explicar por qué no soportaba a aquella gente tan superficial, clasista, racista y pedante.
Aunque nunca habían puesto en palabras este sentimiento recíproco, siempre había estado implícito. Pero como John era claramente el líder de aquel grupo de perritos falderos que le lamían el culo por ser hijo de quien era, nadie se había atrevido a decirle directamente lo que pensaban de "su juguete oxidado" (como Victoria les había escuchado llamarla en una ocasión).

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Warrior | l. t. |
Fanfiction~Falling in love can be a dangerous game ~ ❝ En un pueblo donde los secretos, el pasado y la venganza son protagonistas, tres parejas, en tres generaciones distintas, jugaron con fuego cuando no debían. Y al final, todas terminaron quemándose ❞