To have someone understand your mind is a different and yet incredibly powerful kind of intimacy.
1988
La música del local sonaba a un volumen tan alto que Devi se preguntaba cómo demonios aún no se había quedado completamente sorda.
Mientras observaba abstraída a la gente que bailaba en la pista y, apoyada contra la barra, daba pequeños sorbitos a la bebida excesivamente cargada de vodka que Vanessa había pedido para ella, se preguntaba a su vez qué demonios hacía ahí, sola, como un monigote, con el ceño fruncido y apartando de sí como molestas moscas a todos los tíos borrachos que se acercaban a ella tratando de ligar.
En realidad, ella había sido la primera que no había querido salir aquella noche y, una vez más, había sido Vanessa la que la había convencido para que dejase de estudiar durante unas horas y saliesen juntas de fiesta y, después, Devi se fuese a dormir a su casa. A pesar de que Devi había alegado que, en plenos exámenes finales, lo que menos le apetecía era salir (y más teniendo en cuenta que aquella noche era húmeda y nublada y con grandes probabilidades de lluvia), Vanessa había replicado, en primer lugar, que Devi sabía tan bien como ella que iba a sacar tantas matrículas que "le iban a salir por las orejas" y, en segundo, que debía aprovechar que su padre le había levantado finalmente el castigo y le volvía a permitir salir a divertirse.
Así, finalmente Devi se había dado cuenta de que no había nada que podía hacer para tratar de convencer a Vanessa de que la dejase quedarse en casa y, diciéndose a sí misma que salir una noche la haría bien, al final había aceptado.
Sin embargo, dos horas más tarde se encontraba sola, aburrida, prácticamente sorda y apática. Hacía unos diez minutos Vanessa le había dicho que, si quería, podían irse ya a su casa, pero que antes debía ir a buscar a Kit, quien, por lo que sabía, también había ido aquella noche a la que era la única discoteca del pueblo (y que antaño había sido la sala de baile en la que se reunían todos los jóvenes en los años cincuenta y sesenta). Vanessa le había pedido a Devi que, en unos veinte o veinticinco minutos, la esperase a la puerta de la discoteca; por ello, ahí se encontraba Devi, mirando cada dos por tres su reloj y deseando que el tiempo pasase lo antes posible para poder marcharse de aquel lugar.
Mientras esperaba a Vanessa, su único entretenimiento eran sus pensamientos, así que, al final, no pudo hacer nada para que volviese a su cabeza aquella conversación que había tenido con su madre la semana pasada en el club, aquella que siguió al que había sido, probablemente, uno de las mayores meteduras de pata de Devi, y que la había estado atormentando durante aquellos siete días.
***
-¿En qué estabas pensando? – Le preguntó Victoria, aferrándola del brazo con fuerza y llevándosela a un apartado del gran salón donde la banda tocaba.
Eso era precisamente lo que Devi se estaba preguntando en ese mismo instante. En qué demonios estaba pensando. Rápidamente, y bajo la escrutiñadora mirada de su madre, Devi sintió cómo una amarga sensación de culpabilidad comenzaba a invadirla. Sin embargo, después de tantos años sabía que nunca debía mostrar ningún tipo de debilidad delante de su madre, por lo que inspiró profundamente y alzó la barbilla con orgullo, pero decidió permanecer callada.
Al ver que su hija no tenía intención de decir nada, Victoria suspiró y prosiguió:
-Tienes suerte de que tu padre no lo haya visto. Si no, probablemente ya se habría puesto a organizar la boda.
Ante aquel comentario, lo único que pudo hacer Devi fue resoplar y decir:
-¿Qué importa que haya besado o no a Phil? Por suerte para mí, tengo la suficiente libertad como para decidir sobre mi cuerpo y sobre lo que quiero o no quiero hacer con él.
ESTÁS LEYENDO
Warrior | l. t. |
Fanfic~Falling in love can be a dangerous game ~ ❝ En un pueblo donde los secretos, el pasado y la venganza son protagonistas, tres parejas, en tres generaciones distintas, jugaron con fuego cuando no debían. Y al final, todas terminaron quemándose ❞