Capítulo 29 - Evan

464 53 6
                                    

Miro al techo, intentando procesar toda la información que perdí anoche por el camino. Cuando perdí el sentido, creí mientras lo hacía que jamás volvería a recuperarlo. Ahora, sin embargo, estoy totalmente despierto.

Siempre he tenido el sueño ligero, pero anoche llegamos todos tan agotados que yo mismo contaba con no levantarme en varias horas. Pero en cuanto hube dormido un par de horas y se me pasó la borrachera me desvelé, y ya no pude volver a dormirme.

Por eso estaba despierto cuando Matt hizo lo propio, horas más tarde. Y por eso ahora intento recuperar la información perdida. Cuando abrió los ojos, apenas me dio tiempo a cerrarlos de nuevo antes de que se despertara del todo. Seguramente mi actuación era pésima, pero Matt estaba tan hecho polvo que no se dio cuenta. Pensé que se limitaría a darse media vuelta y volverse a dormir, pero no se movía. No sabía qué hacía, y al cabo de unos segundos me sentí idiota por hacerme el dormido. Pero entonces Matt alargó una mano y empezó a acariciarme el cabello...como hacía antes.

En cuanto se marchó, abrí los ojos. Luego no volví a cerrarlos. No sé qué pensar sobre lo que ha hecho Matt, ni tampoco sé si quiero saberlo. Solo sé que cuando me tocó supe que todavía sentía algo por mí.

- ¿Qué demonios ha sido eso?- me pregunta una voz preocupada al cabo de unos minutos. Doy un respingo, sorprendido. A pesar de lo aturdido que estoy, reconozco la voz de mi amigo. Y que estoy en un problema.

- ¿El qué?- respondo, esperando a que no se refiera a lo que ha ocurrido con Matt. No me atrevo a mirarle, pero puedo imaginarme perfectamente la expresión en el rostro de Sam.

- No intentes disimular.- responde con voz tensa.- Yo también lo he visto.

Abro los ojos como platos, paralizado. Lo ha visto. Nos ha visto. Otra vez.

- No deberíamos habernos quedado aquí.- Sam se sienta en el suelo y recorre la habitación con mirada nerviosa.- ¿Dónde está mi chaqueta? Nos vamos. Pero antes voy a decirle cuatro cosas a ese...

- Espera.- le interrumpo de pronto.- Sam, tranquilo. No pasa nada.

No pasa nada. Son solo tres palabras, aparentemente insignificantes, pero en cuanto salen de mi boca cobran un nuevo sentido. Sam me escruta en silencio, tenso. Me observa de arriba a abajo, y entonces parece comprender.

- ¿Quieres decir...?

- Sam.- le interrumpo de nuevo. Él me observa, expectante, pero soy incapaz de decir nada. Me siento en la cama y me tapo el rostro con las manos, nervioso.- Matt no...Matt y yo...aquella vez...y ahora...¡Joder, qué difícil es decir esto...!

Me quedo en silencio, esperando que Sam añada algo más que me ayude a suavizar un poco la situación, pero nadie dice una sola palabra. Decido que solo hay una manera de hablar de esto, y es soltarlo todo a bocajarro:

- Tío, el día que pillaste a Matt besándome...yo te dije que él me obligó. Y mentí. Por aquél entonces estábamos...juntos.

Me quedo mirando a Sam, expectante. Nunca he querido plantearme cómo reaccionaría, pero ahora pasan mil opciones por mi mente cada cual peor que la anterior. Su rostro varía de expresión, pero no consigo descifrar qué está pasando por su cabeza. Al fin aparece una expresión reconocible en sus ojos, y es la última que quería que tuviera: la culpa. Sam se lleva las manos a la cabeza.

- Tío, tengo que disculparme con Matt.

- ¿Eh?

Me quedo mirando a Sam desconcertado. ¿Eso es lo único que se le ocurre decir en una situación como esta?

- No sé si has entendido lo que he dicho, pero...

- Te he entendido.- me interrumpe él, seco.- Es solo que me hubiera gustado saberlo antes de todo esto. ¿Sabes cuántas veces he dejado a Matt de lado porque pensaba que te estaba defendiendo? ¡Me hiciste creer que te había obligado a ello, Evan!

Cómo enamorar a un idiota [Saga Idiota #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora