Capítulo 11 - Melanie

838 85 10
                                    

- Deja de reírte, maldita.- me reprocha Sally mientras me doblo sobre mí misma en medio de un ataque de risa.- ¿De qué vas?

- Perdona.- Le respondo a mi amiga mientras intento recuperar la compostura.- Es que no te imagino con el equipo de atletismo, eso es todo.

- ¿Me estás diciendo que no tengo lo que hay que tener para estar a su altura, snob de los coj...?

- ¡Eh, eh!- la interrumpo, sin parar de reír.- La élite de los corredores no puede tener esa boca tan sucia.

Obviamente le estoy tomando el pelo, y ella lo sabe. Todos amamos a Sally tal y como es, pero cuando me ha dicho que va a unirse a los entrenamientos del equipo no he podido evitar imaginarme la escena.

- No es que no puedas soportarlo, idiota.- le contesto, ya más tranquila.- A ver, vas a tener que levantarte más temprano y te digo yo que el primer día vas a sacar el hígado por la boca, pero no dudo que vayas a poder.

- ¿Entonces?- Sally se desliza hasta caer en el suelo, y yo hago lo mismo. Normalmente aprovecharía para apropiarme del sofá, pero el calor ya ha llegado y permanecer en él empieza a ser un tanto engorroso. Durante unos segundos, nos quedamos las dos ahí tumbadas, en silencio. No me esperaba que se lo tomara en serio, y de repente tengo miedo de cómo decirle lo que pasa por mi cabeza.

- Nada, solo bromeaba.- digo simplemente.- Tú siempre tan salvaje y libre, encerrada en mallas de correr y con una coletita... Simplemente me hizo gracia.

- Entiendo.- responde ella sin dar más detalles.- No estoy hecha para la élite, después de todo.

- No es una élite, idiota.- le reprocho.- Hay institutos que tienen equipo de fútbol, otros de natación. El nuestro es de atletismo, ¿es tan grave?

Sally no dice nada, pero niega con la cabeza y se pone a revisar los mensajes de texto. Algo en su rostro me hace pensar en otra situación en que Sally no parecía Sally.

- En la noche del baile.- digo de pronto, mientras me siento con las piernas cruzadas.- El vestido, el peinado...¿Eran por Sebastian?

Mi amiga deja el teléfono de lado y me mira con incredulidad.

- ¿Sebastian? ¿Estás loca?

- ¡Yo que sé!- le respondo, levantando las manos de manera teatral.- ¿Por qué otro motivo ibas a aceptar unirte al equipo?

- ¡Quiero aprobar las malditas pruebas!

- Pero podías haber entrenado conmigo...-argumento.

Sally me mira con un dedo levantado apuntado en mi dirección como si fuera a decir algo, pero entonces se da cuenta de que tengo razón y se echa atrás, dejando el dedo suspendido en el aire durante unos instantes.

- Yo que sé.- dice al fin, repitiendo las mismas palabras que he dicho hace tan solo unos instantes.- Sebastian fue amable conmigo, nada más. No me pareció tan raro.

De repente parece caer en la cuenta y me mira con expresión de alarma.

- No me gusta, ¿eh? Yo no te haría eso.

- ¿De qué hablas?- de pronto caigo en la cuenta y me doy una palmada en la frente.- Ahhh, eso.- Sally asiente.- Nada que ver.

- Pero cuando Lisa se lió con él tú...- dice ella, refiriéndose al desafortunado desencuentro que hubo entre Lisa y yo en la primera fiesta a la que Sally asistió.- Ya sabes. Drama absoluto.

Me tomo unos segundos para recordar aquella noche: en aquél momento me encontraba en un verdadero huracán de emociones...Hacía poco que Rob y yo habíamos roto, Harry apenas era un compañeros de clase para mí y, aunque el idiota estaba rompiendo poco a poco todas mis barreras, Sebastian era una de las pocas personas que me ayudaba a olvidar a mi ex-novio. Por eso me dolió tanto que Lisa, sabiendo lo que sentía, se enrollara con él...sobre todo porque las dos sabíamos que a ella le gustaba mi hermano, no Sebas. ¡Dios mío! Parece imposible creer que esto ocurrió hace menos de seis meses.

Cómo enamorar a un idiota [Saga Idiota #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora